Yo siempre diré que estoy donde quise estar desde siempre, desde que era un mocoso y a día de hoy, me siento orgulloso de ser guardia civil. No huyo del trabajo y quienes me conocen lo saben. No huy de lo que soy y de lo que represento en primer lugar ante la sociedad, en segundo ante mi mismo. No dudo en si que tengo que estar ahí, lo estoy, aunque a veces ni me importe apuntarme alguna hora . . . pero también quiero que por parte de quienes corresponda se nos de lo que es nuestro ¿ acaso hay que recordar que el personal civil que realizó su trabajo ese día cobró hace ya mucho tiempo? ¿ acaso a nosotros por tener un puesto de trabajo fijo se nos puede tratar con esa desconsideración? ¿ acaso no tenemos gastos, ni familia a la que alimentar o ayudar económicamente? . . . ¿ acaso somos por ello ciudadanos de segunda? . . . yo no voy a decir ni afirmar que sea la propia Institución a través de sus mandos o su Director General la culpable de este trato en todo caso desconsiderado, no. Puede que a lo mejor sea el ministro de hacienda el culpable, o Rajoy, pero a mi me da lo mismo. Mi trabajo debe ser pagado en su justa medida en lo económico y el el tiempo. Si me tiene que pagar esos jodidos 117 euros que me los den en su justa medida de tiempo, y no digo que sea al día siguiente.
Creo y entiendo a pesar de sentirme guardia civil a los compañeros que se sienten ofendidos por esta-reo- injusta norma de pago, entre lo que puedo citarme, por supuesto y no se es menos guardia civil por estas quejas, se será menos por otras causas a valorar, pero no por pedir lo que es de uno por derecho.