Muy buena aportación.
Saludos y que continúe el hilo con mas veteranos.
Hace unos días inicié un tema que al final vino a derivar entre la actual Guardia Civil y la que no hace muchas décadas vivimos los que ya estamos jubilados, en reseerva, algunos veteranos, padres de los actuales en activo, etc.
La creación de este nuevo tema no parte de mi personalmente, sino que es una petición de los que intervinieron en el anterior, PANDEPUEBLO82, SERAFIN Y AREVACOSS. Así que creo que nobleza obliga y espero no ser yo él único veterano en contar lo que todos sabemos a través de buenos historiadores, pero que al fin y a la postre sean nuestras propias vivencias las que marquen la pauta.
Así que si el tema no es molesto, merece a la aprobación de los moderadores y lo que en el se vierta no es ofensivo ni para los foreros ni para la Institución, seré yo el primero en iniciarlo, eso sí con la esperanza y la ilusión puesta en que se sumen alguien más ya que no me gustan los protagonismos.
Hace unos cincuenta años la Revista Oficial de la Guardia Civil a la que tenían que estar suscritos todos los componentes (mi padre q.e.d. por supuesto) y que la mas de las veces era la única publicación que llegaba a recónditos Puestos del Cuerpo, insertaba una sección titulada "COSAS DE ANTAÑO PARA LEER HOGAÑO", título que no he querido plagiar y además tanto el léxico como los contextos no serán lo mismo ni por asomo.
Así, ya bien entrada la decada de los sesenta, si alguien se le ocurría comentar "VOY A INGRESAR EN LA GUARDIA CIVIL", cualquiera que lo oyera le decía que no estaba bien de la cabeza y que lo pensara dos veces, algunos le costaba la ruptura con la novia. Mi padre por aquel entonces comentaba que el Cuerpo estaba compuesto de "desertores del arado", hijos del Cuerpo y malos estudiantes, y no era de extrañar cuando aquí los guardias no tenían ni días libres, ni jornadas de ocho horas, ni horas extras, más que servicio y más servicio. Un simple peón de albañil ya ganaba más que un guardia veterano, y no digamos un camarero en la Costa Brava o Marbella, la paga de un guardia la ganaba solo con las propinas, por poner ejemplos ilustrativos.
Irse a la Academia no era díficil, no había convocatoria previa, uno iba al Puesto más cercano, le daban el modelo de instancia (manuscrita por supuesto) y después de rehacerla dos o tres veces a presencia del Comandante de Puesto, firmaba debajo del "Gracia que espera merecer del recto proceder de V.E. cuya vida guarde Dios muchos años". Algún veterano o pariente le dejaba el Prontuario de ingreso y hala a aprenderse los primeros 48 artículos del Reglamento de memoria aunque mucha terminología como "atestado", "decoro", "dechado", etc. ni la entendieras.
Al poco se presentaba un guardia en tu casa y le comunicaba el día del exámen en la Cabecera de la Comandancia, eso si provisto de útiles para escribir y de zapatillas de deporte (no obligatorias) para hacer una carrera desde la esquina al bar de la Comandancia en el menor tiempo posible -sin cronómetro- y saltar una cuerda entre dos palos y si alguno derribaba la cuerda se bajaba un palmo y punto.
Después vendría el examen escrito, vamos un artículo de memoria lo normal es que fuera del del "HONOR" u otro cortito y después el reconocimiento médico que era donde se eliminaban algunos (después de haber visto el examen), bien por no dar la talla, estrecho de pecho o pies planos. La psicología todavía no estaba descubierta.
Había que mandar aspirantes a las Academias fuera como fuera, a Ubeda 1000 al Escorial 300 a Sabadell 300 y dos promociones por año, sin contar con lo que entraban por Valdemoro.
A los hijos del Cuerpo se les eximía del servicio militar que era obligatorio para todos los españoles, con lo cual muchos entraban para librarse de la mili y encima tener una paga más bien cortita. Ese grupo de aspirantes casi siempre eran acompañados por su padre o su tio el Brigada Jefe de Linea de tal sitio con lo cual ya llevaba un empujocinto y una nota que se pasaba por bajo manga a los encargados de examinar.
Los resultados tardaban poco, creo que en muchos casos al día siguiente ya se sabía quien había aprobado por si y a quien se había quedado en puertas para entrar.
Al poco tiempo volvía a presentarse la guardia civil en casa y te comunicaba que día y hora tenías que estar de nuevo en la Comandancia para organizar el contingente que iba a ir a la Academia (por supuesto en tren y con lista de embarque), allí te percatabas de que el número de los que ibamos habia menguado en relación con los aprobados y es que muchos renunciaban ya antes de irse a la Academia, aunque después volvieran a presentarse cuando ya estaban más convencidos.
Recuerdo que cuando yo me presenté la edad tope era de 35 años, así nos encontrabamos con aspirantes de edad edad que a los quince años de servicio ya pasaban a retirados, aunque la media de edad era de unos 25 años más o menos excepto los hijos del Cuerpo que era a los 19 y así como dije antes evitaban ir al Servicio Militar.
Creo que para inicio del tema vale por hoy, aunque si es aprobado éste seré uno de los que sigan contribuyendo poco a poco. Porque hay que decirlo, ya una serie de compañeros hicimos una cosa parecida y quedó hasta bonita, allí se vieron pueblos, puestos, especialides, pabellones, modo de vida, servicios cotidianos y curiosos, caballos, Patronas, etc.
Muy buena aportación.
Saludos y que continúe el hilo con mas veteranos.
¡Hombre D. Manuel! Me alegro de qué se haya decidido a contar cosas. De todas formas le advierto que, casi con toda seguridad, habrá cosas que “hagan pupa” y “escuezan”, o simplemente que se traten de juzgar desde perspectivas actuales, y eso enseguida se nota aquí en el foro. Pero da igual. Para animarle , echar una mano al asunto, y que no se sienta usted como San Juan Bautista predicando en el desierto, voy a ayudarle.
No sé cómo será ahora. Mis relaciones con la GC se limitan a participar aquí y a ponerme nervioso cuando conduzco y los atisbo en lontananza; pero como forman parte íntima de mis vivencias puedo contar algunas cosillas.
Hubo un momento en que un servidor formaba parte de un grupo de chavalotes en un destacamento perdido de los milicos de antaño. Cuando la “mili” era obligatoria y vivíamos las mismas aventuras y desventuras el hijo del labrador y el del empresario, el cateto y el letrado. Era como esos legionarios imperiales que desterraban a un puesto fronterizo en medio de la nada. Allí nos advirtieron qué de forma esporádica se presentaría una pareja de la GC y que tendríamos que firmar un papel en que se reflejaría la presencia de los componentes de la famosa pareja, así como la fecha y la hora. Y efectivamente, ya no recuerdo con qué periodicidad, por lo alto del camino, con frío o calor, con lluvia o con nieve, aparecían las figuras de los guardias acercándose lentamente a nuestro “chalet”.
Una vez allí se les ofrecía de todo corazón, un refrigerio, si hacía calor, o un caldito humeante si hacía frío. Se intentaba entablar conversación, pero nunca, nunca, estaban con nosotros mucho tiempo. Cumplían su obligación, sé que echaban un vistazo, y marchaban acompañados de nuestro sincero “buen servicio”.
Nunca tuvimos ningún problema, a pesar de que en aquella época unos cuantos chavales de nuestra edad poco bueno pudieran hacer ; al contrario, nos sentíamos acompañados y reconfortados por su intermitente presencia.
Desde aquí , si lo leen, un recuerdo a aquellos GC que se pasaban de vez en cuando por el AM de Griñón y aguantaban a aquellos jovencísimos imberbes siempre a medio uniformar.
PD. El condumio nos lo preparábamos nosotros, y eso sin dar clases de cocina. No hubo bajas por desnutrición.
Como llegue a la Academia de Úbeda.
Pues en tren hasta Linares y de allí en un taxi.
Pero antes pasó esto:
Una vez aprobado el ingreso allá por el jurasico medio, se usaba para viajar en trenes de la época el llamado Pasaporte.
Y no se a quien se le ocurrió la idea de extenderlo a ni nombre y 75 más.
Si los de Madrid Interior y Exterior, entonces de 111 y 112 Comandancia.
Y claro nos presentamos semejante número de futuros GC en Atocha.
Cargados con algo más que ilusiones.
Y en fila el Sr. Revisor nos conto.
Pero claro en el tren el lio fue tremendo y todos aquellos jóvenes y no tan jóvenes que vieron el espectáculo, cuando les pedían el billete, voy con los Guardias.
Ese dia muchos hicieron un simpa.......
Y así comenzó una historia que aun está viva.
En un tren, lleno de gente, con más miedo que vergüenza y a mi cargo yo y 75 más.
Hoy parece una historia con los medios actuales, pero en su momento fue algo.....................cuando menos curioso
Última edición por jl@pez1957; 05/03/2015 a las 15:11
Gracias a los tres!!
Que sigan los relatos por favor!!!
Me encanta escuchar estas historias!!! Seguid por favor!!!
Leer vivencias de antaño me encanta,me hace desconectar de los libros y mi imaginación vuela pensando en aquellas capas en el horizonte.Animo señores continuen con sus relatos que a mas de uno nos emocionan.saludos de un opositor al cuerpo que algun dia espera tener historias para contar a las siguientes generaciones.
Mejor vivir de pie,que morir arrodillado.VIVA ESPAÑA!! :spain:
Me alegra mucho leer este nuevo post D.Manuel! Y como me alegro que se hayan sumado Jlopez y arevacoss! 1 saludo y que no decaiga este hilo
Ser valiente no consiste en no sentir miedo, sino en sentirlo y aún así continuar adelante.-
Una vez llegados a Linares, ya de noche y cargados cuan mulos del Ejercito, habia dos opciones:
Esperar al "transporte colectivo" de la Academia o un taxi.
La mejor entre cuatro y con algo de ragateo el taxi.
Y que sensación entrar por esa Puerta, esos Guardias veteranos en la puerta con sus tarjetas de restaurantes, pensiones, pisos de alquiler y su saludo toma "chaval" por si te hace falta...........
Yo cándido de mi pregunto, ¿esto donde vamos ahora?, no se el tema de la Compañía, pasar la noche y demás.
Y la segunda lección en la GC "búscate la vida".
Y me le busque, como la Primera Compañía era la mas próxima pues a esa. Subir escaleras y una cama libre.
Allí acoplado y a pasar la noche.
Y sin cena claro que por algún motivo no nos esperaban ( igual era por que no llego el telefonema ), menos mal que mi madre me habia preparado una tortilla de patatas, cosas sabrosas ( que haríamos sin las madres)
Hasta bien entrada la madrugada fueron llegando el resto de los GC alumnos.
Por la mañana, pronto a levantarse ( maldita tradición castrense) un desayuno, bueno mejor eso que llamaban desayuno en la Academia y a realizar la prueba de conocimientos.
Porque si, antes no era la clasificación por apellidos.
Era por examen.
Y un Teniente que todos recordamos, ese grandote con un camello como insignia en la pechera, dice con voz sabia..........
Los tontos estarán mas cómodos, pero el primero sale de la primera clase 1º Compañía.
Tacto no tenia, pero razón mas que un Santo.
Y así como fue que me esmere en el examen.
No es por presumir pero me quede en la 1º Cía y con mi numero de la suerte.
A los dos dias, nos llaman para la entrega del equipamiento.
Y quien fue la primera clase en ir. La primera
Todas las tallas, daba gusto.............este para ti y si te esta mal lo cambias......el sombrero servia para ocultar un tanque ( no era de los pequeños que va.....................)
Y a los dos días a dar clase, instrucción, conocer a los caballos ( entre ellos al terrible Tonin o Tomin ) que el señor de los caballos lo tenga en su gloria, etc etc y conocer las tapas de la Casa del Pueblo del PCE.
Pero eso ya es otra historia.
Última edición por jl@pez1957; 05/03/2015 a las 22:28
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