Tras la muerte en acto de servicio del compañero de la Agrupación de Tráfico de Barbastro, imagino que no hemos sido pocos los que nos hemos preguntado que ha pasado, por que, como, de que manera, como se pudo evitar...

Me ha costado mucho trabajo ponerme a escribir esto, no es mi intención molestar a nadie.

Como no podía ser de otra manera, jamás se me pasaría por las imaginación el hacer responsable de nada a quien ha fallecido en el cumplimiento de su deber, el único culpable es el criminal que se llevó su vida por delante.

Pero tras los duelos, las condolencias, etc... hay que reflexionar...

Los Guardias Civiles de calle, los que nos batimos el cobre día a día en las carreteras, en pueblos, en caminos y pistas, en urbanizaciones y polígonos industriales, en playas y costas, en bosques y montañas etc... no podemos caer en la rutina, cualquier identificación, cualquier actuación, cualquier intervención ha de hacerse con las máxima precaución, con la máxima atención, cualquier fallo puede ser el ultimo...

Espero que esta desgracia sirva para que de una vez por todas se dote a todo el mundo de elementos de protección y se haga más hincapié en la seguridad a la hora de trabajar que en la maldita estadística.