Me viene a la mente el primer recuerdo que he tenido de la Guardia Civil, el verla pasar por mi Aldea, la pareja montada sobre un caballo blanco y otro rubio, por aquellos caminos de carros distantes de la Casa Cuartel cinco kilómetros, ellos pasaban seguían mas lejos. También recuerdo el follón que le montaron a la Maestra del pueblo todavía era escuela de pueblo única, con treinta y seis alumnos, cuando al salir al recreo al salir alborotando justo en ese momento pasaba la Guardia Civil a caballo por ese camino que era el que comunicaba con otros pueblos, en esto que se espantan los caballos y uno de los guardias se va al suelo en medio del barro, no había asfalto, las disculpas de la maestra parecía que no le bastaban y ante la defensa que podía tener de todos nosotros optaron por sacudirse y continuar la marcha; no era intención de ningún chaval molestar a los Guardias, si bien siempre que se avistaban ya había que parar y dejarlos pasar haciéndoles sitio en esos caminos tan estrechos de antaño. Para no causarles enfados ni espantos de caballerías.