Muchas veces, una parte o la otra, te enseña sentencias judiciales y las situaciones que se denuncian o los hechos que se consideran probados.

Muchos se ven expulsados del domicilio, detenidos en un calabozo durante días, sin derecho a ver a sus hijos o con una pulsera en el tobillo durante meses, por delitos tales como los típicos insultos, tirar un plato contra la pared, lanzar una bayeta, escupir al suelo o arrojar el contenido de un vaso a la denunciante.

Y si fueran pocos. . . . pero es que en el jardín del artículo 153 del CP vale todo (57,1% de los delitos denunciados).