Son los problemas derivados de dar carta blanca a las comunidades en la educación y cultura de sus vecinos. Cada uno monta su cadaunada y vete tú a llevar la contraria a un chaval de estos dentro de unos pocos años.
Incluso entre los que no estamos de acuerdo con estas cosas y las criticamos llegamos a caer en la manipulación y contribuimos a extender y reafirmar mentiras históricas. Un ejemplo podría ser el mismísimo nombre que se da al territorio.
Euskadi es un simple invento creado hace “cuatro días” por un flipao nacionalista y que para más inri lo escriben tal y como se pronuncia por cuestión de estética. En realidad sería Euzkadi, pero en batúa ( actual dialecto mayoritario derivado del primitivo vascón) se pronuncia con “S” en vez de “Z”. Toda una suma de mentiras y adaptaciones encaminadas a crear un arquetipo social y étnico que ya se da por correcto por la inmensa mayoría de los españoles. Triste pero real como la vida misma y que casi todos tragan tan alegres y contentos.
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