Este es el primer año que va a solemnizarse el día de la Santísima Virgen del Pilar de Zaragoza, y lo haríamos con todo el esplendor propio del entusiasmo con que esa designación fue recibida en el Instituto, de nuestros sentimientos religiosos y del espíritu del Cuerpo, a no tener en cuenta que no es ocasión propia de celebrar festejos en momentos en que nuestros compañeros sufren penalidades y arrostran peligros en la campaña de Marruecos".
En este aspecto ha de significarse que las fuerzas de la Guardia Civil destacadas en Ceuta, Tetuán y Larache, pertenecían y dependían por aquel entonces de la Comandancia de Cádiz, prestando su servicio de campaña en el Protectorado de España en Marruecos, razón por la cual dicha instrucción tuvo en nuestra ciudad un mayor sentimiento.
Placa en la Basílica y Cruz de Oro para la Virgen
El 13 de mayo de 1917, siendo director general del Instituto el teniente general Antonio Tovar Marcoleta y coincidiendo con la celebración del LXXIII aniversario de la fundación de la Guardia Civil, se ofrendó una placa en la basílica zaragozana del Pilar que hoy día se sigue conservando en el mismo lugar en que fue colocada, la parte izquierda del arco que da acceso a la capilla de la Virgen, por el lado de la sacristía.
En ella se puede leer por todos los visitantes la siguiente inscripción: "Los Generales, Jefes, Oficiales y personal de Tropa del Instituto de la Guardia Civil como homenaje a Nuestra Señora la Virgen del Pilar declarada su Excelsa Patrona por Real Orden de 8 de febrero de 1913".
Pero ello no ha sido lo único ofrendado por los guardias civiles a su venerada protectora, pues además de un hermoso manto bordado en oro finísimo con el antiguo emblema del Instituto, el 11 de octubre de 1994, con ocasión de conmemorarse el CL aniversario de la fundación de la Benemérita y celebrarse el día de la patrona en Zaragoza se procedió por el ministro del Interior, Juan Alberto Belloch, acompañado del director general Ferrán Cardenal y sendas comisiones de guardias civiles, a imponer a la Virgen del Pilar la Cruz de Oro del Mérito de la Guardia Civil, la más alta y preciada condecoración del Instituto.
Fruto del cariño y devoción mariana por su Virgen, los guardias civiles no se contentaron con ello y al año siguiente procedieron a ofrendar nuevamente dicha condecoración, pero labrada esta vez en oro verdadero y embellecida con esmeraldas verdes y rubíes rojos, acompañada de un pergamino policromado, cuyo coste fue sufragado en una colecta interna por ellos mismos y sus familiares.
Noventa años después de aquel reconocimiento oficial de 1913, los guardias civiles y sus familias se siguen encomendando a su gran protectora, la Virgen del Pilar, una arraigada tradición que en la comandancia gaditana renuevan diariamente antes de salir de servicio todos sus hombres y mujeres.
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