La Guardia Civil persigue durante 180 kilómetros una ambulancia robada en Béjar
	
	
		Los agentes de Tráfico de la Guardia Civil tuvieron que emplearse a  fondo el sábado para detener a un delincuente que robó una ambulancia en  Béjar (Salamanca) y circuló a velocidades superiores a 170 kilómetros  por hora en los más de 180 kilómetros que recorrió hasta ser atrapado en  las proximidades de La Roca de la Sierra (Badajoz).
El delincuente embistió a un coche patrulla en Cáceres y alcanzó  velocidades superiores a 170 por hora mientras cruzaba Extremadura
EVARISTO FERNANDEZ @HOY_evaristofv BADAJOZ
12 mayo 2015
La sustracción del vehículo se produjo a las 12 del mediodía en la  localidad salmantina de Béjar. El lugar concreto se ubicaba en la calle  Arco del Monte, donde se encuentra la Fundación de Diálisis Íñigo  Álvarez de Toledo.
El ladrón debía estar ocultó en las inmediaciones y aprovechó el momento  en el que el conductor y el enfermero estaban trasladando en una  camilla a un paciente para introducirlo en el edificio donde se realizan  los tratamientos de diálisis. Todo hace suponer que utilizó esos  instantes para meterse en el vehículo sanitario, ponerlo en marcha y  huir a toda velocidad.
Pero el hecho fue descubierto pronto y se puso en conocimiento del 112,  que trasladó los datos a la Guardia Civil de Salamanca, cuyos agentes  transmitieron la información a la Guardia Civil de Extremadura con el  fin de que se estableciera un dispositivo de vigilancia.
Las principales vías de comunicación fueron cerradas con puntos de  control por las patrullas que se encontraban de servicio, un dispositivo  en el que realizaron un papel fundamental los agentes del Subsector de  Tráfico de Cáceres, que comenzaron a seguir la ambulancia cuando la  localizaron.
Según ha trascendido, la Guardia Civil tuvo controlada la ambulancia en  todo momento porque el vehículo cuenta con un sistema de  geolocalización. Esa circunstancia ha sido confirmada por Pedro de la  Iglesia, que es el gerente de emergencias de Emersan, la empresa  propietaria del vehículo.
Sin embargo, el ladrón se percató de esta circunstancia a la altura de  Plasencia y en ese momento arrancó el dispositivo, por lo que los  agentes perdieron la señal de localización.
Durante muchos kilómetros la persecución se realizó por la autovía A-66,  pero no resultó sencilla porque el conductor de la ambulancia alcanzó  los 170 kilómetros por hora e incluso velocidades superiores. Testigos  presenciales aseguran que en más de una ocasión puso en serio peligro  tanto a los automovilistas que hacían uso de la autovía como a los  agentes que trataban de darle alcance.
El operativo de vigilancia estuvo a punto de dar sus frutos a la entrada  de Cáceres. En ese punto, la ambulancia abandonó la autovía y un coche  de la Guardia Civil casi logró que se detuviera, pero el delincuente  embistió al coche patrulla que trataba de evitar su paso. Fue sin duda  una de las situaciones más tensas de la persecución y alertó a los  guardias del peligro que podrían correr si no adoptaban medidas de  seguridad eficaces para evitar posibles percances.
La fuga continuó entonces por la carretera Ex-100, que une las  localidades de Cáceres y Badajoz. Pero no se trataba ya de una autovía  con dos carriles en cada sentido, sino de una vía de dos carriles, uno  en dirección Cáceres y otro hacia la ciudad de Badajoz.
A esas alturas ya habían tomado posiciones los agentes del subsector de  Tráfico de Badajoz, que comenzaron a establecer puntos de control en los  lugares donde era más factible dar el alto a la ambulancia sin poner en  riesgo a los automovilistas.
La Guardia Civil taponó la Ex-100
Uno de esos lugares clave se encuentra pasada la localidad de La Roca de  la Sierra (Badajoz), donde los guardias pidieron a los conductores que  detuvieran sus vehículos para formar una barrera física que impidiera  proseguir la marcha a la ambulancia. De ese modo lograron cerrar ambos  carriles, lo que obligó al conductor de la ambulancia a «tirar» su  vehículo al arcén y continuar la huida a pie. Era la única maniobra  posible para un vehículo que era perseguido por varias patrullas de la  Guardia Civil y que no tenía la posibilidad de seguir avanzando.
Al verse atrapado, el conductor de la ambulancia decidió salir del  vehículo para continuar la huida campo a través. Pero los guardias no  estaban para bromas y rápidamente consiguieron darle alcance y  detenerlo. Al parecer, se trata de un ciudadano de nacionalidad  portuguesa que reside en Badajoz.
El gerente de Emersan ha confirmado a HOY que el vehículo sustraído era  un furgón sanitario modelo Fiat Ducato que registró velocidades de hasta  170 kilómetros en su GPS antes de llegar a Plasencia. «Uno puede robar  un Clio o un Seat Córdoba, pero a nadie se le ocurre llevarse una  ambulancia», dijo ayer Pedro de la Iglesia al recordar lo sucedido.
La ambulancia fue devuelta a sus legítimos propietarios el sábado por la  tarde y ahora está en el taller, donde será reparada de los pequeños  daños que tiene en sus dos laterales. «El trato que hemos recibido de la  Guardia Civil es perfecto, estamos muy agradecidos», concluyó Pedro de  la Iglesia.
http://www.hoy.es/extremadura/20150...0511215429.html