Las indemnizaciones en Novacaixa fueron “un acto de transparencia”
	
	
		El excopresidente de Novacaixagalicia (NCG), Julio Fernández Gayoso,  ha defendido que las prejubilaciones de 18,9 millones de euros  concedidas a cuatro altos directivos de la entidad eran legales y se  sometieron al examen de los órganos de control y del propio Banco de  España. "Es un ejercicio de transparencia clarísimo y eso desmonta la  teoría de que se ocultaran", ha añadido.
 El antiguo responsable de Caixanova, que estuvo tres décadas al mando  de la caja de Vigo como director y que aceptó la fusión con Caixa  Galicia, su eterna rival de norte, se sienta en el banquillo de los acusados de la Audiencia Nacional  junto a cuatro miembros de la cúpula de Novacaixagalicia que dejaron  sus cargos tras recibir 18,9 millones de euros en prejubilaciones. En el  proceso también está imputado el abogado Ricardo Pradas, que les  asesoró para suscribir, tras la fusión, nuevos contratos de alta  dirección.
 La Fiscalía Anticorrupción pide para ellos tres años de cárcel por  delitos de apropiación indebida y administración desleal y que queden  inhabilitados durante tres años para ejercer cualquier actividad  profesional relacionada con el sector bancario. La acusación popular,  ejercida por Adicae, solicita sendas penas de cuatro años de prisión.
 Absoluta justicia
 Gayoso, cuya defensa ha solicitado que declare sentado por razones de  salud (tiene 84 años), ha defendido que los contratos se adaptaron al  plan de fusión y no conllevaron ninguna mejora para los directivos ni  ningún "perjuicio" a la entidad. Él propuso extender sus condiciones al  único cargo procedente de Caixa Galicia, Javier García de Paredes, como  un "acto de absoluta justicia".
 Tras ello, el acusado ha puesto de relieve que sometió los contratos  de alta dirección a la ratificación de la Comisión de Retribuciones y  del Consejo de Administración, aunque no fuera necesario. "Es un  ejercicio de transparencia clarísimo y eso desmonta la teoría de que se  ocultaran los contratos de alta dirección existentes en las antiguas  cajas", ha remachado.
 Según ha rememorado, aquel 1 de diciembre de 2010 los consejeros de  las cajas votaron a favor de ratificar esos textos y solo uno se opuso  porque "estaba en contra de los contratos de alta dirección". "Veintiún  consejeros parecían que entendían muy bien lo que estaban votando, menos  uno que parece que no lo entendió", ha opinado.
 "El consejero que quiso ver los contratos, los vio", ha indicado  Fernández Gayoso, para agregar que el Banco de España estuvo "informado  antes, durante y después" y que ninguno de los perceptores "pensaba ni  quería irse" de la nueva entidad. Sin embargo, en el verano de 2011 se  suscitaron dudas "razonables" de su continuidad y en septiembre  abandonaron la caja fusionada. Entre ellos, José Luis Pego, exdirector,  aceptó quedarse si se le ofrecía ser consejero delegado, cosa que no  ocurrió y el cargo recayó en César González-Bueno.
 "Yo no participé en nada"
 En la segunda jornada del juicio también ha declarado el ex director  general adjunto de Novacaixagalicia, Javier García de Paredes, a quien  se asignó una indemnización de 5,6 millones de euros, la segunda, más  elevada. Según su testimonio la mejora de las condiciones económicas de  los contratos era una "oferta de la entidad" y él podía aceptarla o no,  pero "no tenía nada que negociar o corroborar".
 En cualquier caso, ha puesto de relieve que quiso renunciar en dos  ocasiones a la "parte que pensaba que no le correpondía por los  servicios pasados", es decir, al 70% de la pensión y al 40% en concepto  de prejubilación. Una renuncia que finalmente no se llevó a cabo.
 Según ha dicho, el banco encargó la redacción de los contratos con  las prejubilaciones al abogado Ricardo Pradas, que se encuentra acusado  como cooperador necesario y que ha declarado en el juicio que él solo  intervino en los "borradores", pero no en los acuerdos finales. "Yo no  participé absolutamente en nada", ha agregado García de Paredes.
 Este exdirectivo sostuvo que firmó el contrato convencido de su  legalidad y que, previamente, había solicitado que siguiera las  recomendaciones en política retributiva del Banco de España, órgano que  examinó el impacto económico de los contratos cuestionados. Ha concluido  que a fecha de agosto de 2011 no tenía intención de abandonar la nueva  entidad pero un mes después extinguió su relación laboral.
 La vista continuará este miércoles con el término de la declaración  de Fernández Gayoso, a la que seguirán la del exdirector general de  Novacaixagalicia José Luis Pego, la del exresponsable del grupo  Inmobiliario Gregorio Gorriarán y del antiguo gestor de la oficina de  integración Óscar Rodríguez Estrada.
 Las fiscales Pilar Melero y Concepción Nicolás piden además que los  acusados devuelvan los 18.915.291 euros que se asignaron  fraudulentamente en sus pensiones de jubilación, y una multa de 75.000  euros. Las fiscales Concepción Nicolás y Pilar Melero concretan que Pego  se apropió indebidamente de 7,7 millones, Rodríguez Estrada de 691.261  euros, Gorriarán de 4,8 millones y García de Paredes de 5,6 millones.
    Un juicio con sorpresas
 Alfonso Guevara, el juez que preside la sala que juzga a los  exdirectivos de Novagalicia, es un magistrado peculiar. Su mal genio  quedó patente durante la primera jornada del juicio, cuando recomendó a  una de las fiscales que volviese "a cuarto de Derecho", por no saber, a  su juicio, identificar un "rollo de sala", el expediente que recopila  las actuaciones del caso. Este martes volvió a reprender en varias  ocasiones a las partes y se quejó amargamente cuando uno de los  imputados tuvo que sostener, en pie, un grueso tomo para leer una parte  de la causa: lamentó que antes, en los juzgados, hubiese mesas de apoyo  que ahora, "con la nueva justicia", han desaparecido.
 La actuación de Guevara no es la única que sorprende. Las fiscales,  Pilar Melero y Concepción Nicolás, han protagonizado varios momentos  espinosos del juicio. La primera realizó el lunes un enrevesado  interrogatorio al asesor Ricardo Pradas y tuvo que rectificar a  regañadientes en algún momento. En la jornada de este martes, cometieron  un error de bulto al asegurar que Julio Fernández Gayoso, expresidente  de Novacaixagalicia, se había ausentado de la sala cuando el consejo de  administración aprobó los contratos de alta dirección que dieron lugar a  las prejubilaciones millonarias. El interesado negó taxativamente esa  ausencia. Fue el director, José Luis Pego, el que salió de la sala en  aquella ocasión. 
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