Diez bombas desperdigadas por Industria en su normativa contra el autoconsumo
	
	
		El borrador de Real Decreto de autoconsumo del  Ministerio de Industria, irónicamente publicado el pasado 5 de junio,  día mundial del Medio Ambiente,  aprovechando el vacío de poder autonómico tras el 24-M y actualmente en fase de consultas, hará prácticamente inviable, según el  lobby  solar, la autoproducción de electricidad. Una alternativa que defienden  en Estados Unidos sectores teóricamente no muy lejanos del PP como los  ultraliberales del Tea Party y también la Iglesia Evangélica.
  La drástica caída de los precios de los paneles solares en el último  lustro, de en torno al 80%, unida a la flexibilidad de esta tecnología y  la rapidez de su instalación (bastan unos meses para poner una pequeña  planta en marcha) supone una amenaza para el oligopolio de las grandes  eléctricas. El autoconsumo, según sus defensores, incrementa la  competencia, abarata el precio del kilovatio (kW) en las horas de mayor  demanda y reduce el mercado de las fuentes de energía convencionales. Un  coco para las grandes del sector que Soria teme, además, que contribuya  a engordar el famoso déficit de tarifa, cuya erradicación ha sido la  única prioridad del canario durante la legislatura que se agota.
    
  Los defensores del autoconsumo defienden que cada 100  megavatios (MW) instalados de autoconsumo implican una reducción de los  ingresos del sistema de 2,2 millones de euros, equivalentes a un 0,01%  del total. 
 Especialmente indicado para las pymes  (sobre todo del sector servicios) y otras unidades de producción y  consumo como colegios y hospitales, cuya demanda coincide con las horas  en las que más luce el sol, el autoconsumo (y, de rebote, las famosas  baterías de Tesla) lo tendrá muy difícil si sale adelante la norma  impulsada por el ministro José Manuel Soria y su secretario de Energía,  Alberto Nadal. Estas son algunas de las minas que esconde un borrador  que rechaza prácticamente toda la oposición y que convertirá a España  "en un caso único contra el autoconsumo solar", según denuncia José  Donoso, director general de la patronal fotovoltaica UNEF.
Mantener el impuesto al sol cambiándole el nombre
  En lugar de una tasa conocida como "peaje de respaldo" que contemplaba  el borrador de 2013, (expresión acuñada por Iberdrola), el cargo a los  autoproductores o " impuesto al sol"  se desglosa ahora en dos. Por un lado, un peaje de acceso a las redes  para que contribuyan a “los costes de las redes de distribución y  transporte”, que abonarán “por el uso real que se haga de ellas” y, por  otro, un “cargo asociado” al resto de costes del sistema. Como dice  Donoso, "es el mismo perro con distinto collar".
Obligados a regalar la luz sobrante a las eléctricas
  Salvo que den de alta una empresa en el registro mercantil y efectúen  declaraciones periódicas de IVA, algo que difícilmente  compensará a un  hogar, la variedad de autoconsumo con conexión a la red eléctrica  reservada a los particulares ("suministro con autonsumo") establece que  la producción sobrante vertida al sistema "no podrá llevar aparejada  contraprestación económica". Lo que les sobre deberán cederlo, salvo  acuerdo con la distribuidora. Las empresas sí podrán vender esos  excedentes al precio que marque el mercado eléctrico (conocido como  'pool'), pero sólo las plantas más pequeñas (hasta 100 kW).
  La única variedad de autoconsumo que contempla el borrador en la que no  hay tope a la potencia de la instalación es la de las conectadas por  línea directa a un consumidor (una granja conectada a la red eléctrica  que, a su vez, esté conectada a una instalación de autoconsumo, por  ejemplo). En este caso, también está prohibida la venta de los  excedentes generados. El sector cree que existe una "discriminación" con  respecto a otras tecnologías por ese tope de 100 kW, un límite que no  existe para la cogeneración, utilizada por muchas industrias para  aprovechar el calor generado en su proceso productivo para generar  electricidad. 
Veto a los pobres energéticos
  Estas instalaciones no podrán tener una tarifa regulada. Ni el  denominado PVPC (al que están acogidos la mayoría de hogares), ni el  bono social, reservado para los consumidores más vulnerables. Desde el  Gobierno y las eléctricas el argumento es el mismo: un pobre no puede  pagarse una instalación de este tipo, cuyo coste para un hogar no baja  de los 9.000 euros. Sin embargo, UNEF defiende que tras esta medida hay  "una insensibilidad con la pobreza energética" y recuerda que hay varias  ONG con proyectos en marcha para poner a disposición de personas sin  recursos instalaciones de autoconsumo.
Obliga a reducir la potencia de instalaciones ya existentes
  La variedad de autoconsumo reservada a los particulares sólo se permite  para plantas con hasta 100 kilovatios (kW) de potencia. Pero en lugar  de tomar como referencia la potencia nominal, como hasta ahora, tiene en  cuenta a la máxima (pico). Y como entre ambas hay una diferencia de  potencia que ronda el 5%, puede haber instalaciones ya en marcha que  tengan que reducir su potencia para adaptarse a la norma.
Freno a las autonomías
  El decreto, según UNEF, será "retroactivo", por lo que las  instalaciones que ya están en marcha y ya han sido regularizadas por las  comunidades autónomas entrarían en la ilegalidad si no se adaptan al  mismo. Regiones como Cataluña, Baleares y Navarra, entre otras, han  concedido por la vía rápida autorizaciones de instalación y puesta en  marcha de placas solares en hogares y pymes para autoconsumo que ahora  tendrán que adaptarse a la norma estatal. La patronal del sector calcula  que el año pasado se instalaron en España unos 22 MW fotovoltaicos, la  mayoría para autoconsumo en sector servicios, aprovechando estas  ventajas.
Tapón para las empresas de servicios energéticos
  Las denominadas ESE, vistas durante un tiempo como un nicho de  generación de empleo como alternativa al pinchazo del ladrillo, van a  ver limitado su negocio si sale adelante el decreto. El texto establece  que, cuando haya vertido de energía a la red, el consumidor y el  productor en una instalación deberán ser la misma persona física o  jurídica. Esto impide que las ESE puedan ofrecer a una empresa  interesada en autoproducir energía la financiación inicial y la solución  técnica para la instalación, que se iría pagando con los ahorros  generados.
Pagar a las eléctricas 400 euros por un estudio de viabilidad
  El decreto acaba con la posibilidad de legalizar instalaciones por el  Reglamento Técnico de Baja Tensión. Ahora, deberán regularizarse todas  las instalaciones por el proceso más complicado y costoso, el  establecido en el Real Decreto 1699/2011. "Alguien que haya comprado una  placa de 1.000 euros tiene que solicitar un estudio de conexión  eléctrica aunque no vaya a verter energía a la red que le va a costar  400 euros", explica Donoso, que lo califica de "irracionalidad  absoluta". En el caso de las plantas de menor tamaño, "en Portugal basta  con entrar en la web del ministerio y comunicar que se tiene una  instalación de esas características".
Efímero apoyo en los sistemas extrapeninsulares
  El propio decreto reconoce que el autoconsumo de electricidad en las  Islas Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla es actualmente mucho más  económico que la generación convencional, por tratarse de sistemas  aislados. Pero el plazo de cuatro años por el que se librarán del  denominado 'impuesto al sol' no va a permitir amortizar ninguna  instalación, privando al conjunto del sistema del efecto beneficioso que  tendría la puesta en marcha de tecnologías más eficientes en unas  regiones con un sobrecoste de 1.800 millones de euros anuales a cargo de  todos los consumidores de luz.
Cortocircuito a las baterías de Tesla
  Mientras en Alemania los acumuladores disfrutan de subvenciones del 30%  a través de exenciones fiscales, del borrador se desprende, según UNEF,  "una prohibición explícita" a través de recargos que penalizan  especialmente a la tarifa 3.1, que es la habitual en el sector servicios  (por ejemplo, una gasolinera o un restaurante). Para Donoso, puede  tener un efecto perverso: va a propiciar que cuando la estadounidense  Tesla saque al mercado sus famosas baterías "la gente se desconecte de  la red, y eso sí que será un problema para el sistema eléctrico", por la  reducción de ingresos que conllevará.
Multas multimillonarias a las placas ilegales
  El borrador mantiene las desproporcionadas multas que fija la Ley del  Sector Eléctrico, de hasta 60 millones de euros, por no tener legalizada  una instalación de autoconsumo: el doble que por ocultar un escape  nuclear y 260 veces más alta que el castigo a la negligencia en un  accidente de aviación con víctimas. "Esperamos que ningún juez en su  sano juicio autorice una multa tan desproporcionada", dice el director  general de UNEF.
http://www.eldiario.es/economia/bomb...397910795.html