T. Supremo anula sanción a un brigada que se resistió a brindar por el santo del Rey
El Tribunal Supremo ha confirmado la nulidad de la sanción impuesta a un brigada del Ejército de Tierra que se resistió a brindar por el Rey. El militar -que afirmó que "eso ya no se lleva" pero que ante las presiones del superior acabó alzando la copa- cumplió un mes y un día de arresto por la sanción anulada y, por tanto, deberá ser indemnizado con una cuantía aún por determinar. El Tribunal Supremo no se pronuncia sobre el fondo del asunto -si su actitud era sancionable o no-, sino que ratifica el criterio del Tribunal Militar Central de que la sanción se le impuso cuando hacía dos meses que había vencido el plazo legal para hacerlo. Defensa ha llegado hasta el Supremo, sin éxito, para que el Alto Tribunal negara que se hubiera producido esa prescripción. La disputa jurídica se centra en cómo se deben calcular los plazos cuando en paralelo al expediente disciplinario se abre uno penal (que finalmente fue archivado).Los hechos sucedieron en junio de 2012 en el peñón de Alhucemas, próximo a Marruecos y donde el Ejército mantiene un destacamento fijo. Según el relato fijado por las sucesivas resoluciones militares, en la cena del día 22 de junio el teniente al mando del destacamento ordenó que se preparara un vino con motivo de la onomástica de Don Juan Carlos. El brigada Joaquín T. A. "replicó que eso ya no se llevaba, respondiéndole el teniente que no sabía lo que hacían en su unidad, pero que allí sí se celebraría". Dos días más tarde el destacamento formó para entrar en el comedor y celebrar el brindis. El teniente se percató de que el brigada no se había presentado y le llamó por teléfono al despacho y al dormitorio, sin obtener respuesta. Finalmente fue en persona al despacho y llamó a la puerta, con igual resultado. Ordenó entonces a otro militar que abriera la puerta y allí se encontró al brigada, al que informó de que tenía "cinco minutos para bajar al comedor". El brigada acudió a la cantina y alzó la copa, pero después de haber dicho que él tenía "lealtad a España y a la bandera, pero que no brindaba por Su Majestad El Rey".La sanción que le impuso un general de división se apoyaba en que el Régimen Disciplinario de las Fuerzas Armadas considera fracción grave "emitir o tolerar manifiesta y públicamente expresiones contrarias, realizar actos irrespetuosos o adoptar actitud de menosprecio contra la Corona".
http://www.elmundo.es/espana/2016/05...4558b45e4.html