GUARDIA CIVIL NIEGA SER CONFIDENTE DE NARCOS

Un guardia civil niega ser confidente de narcotraficantes




El agente, destinado en Verín y que comparte banquillo con cinco acusados de un delito contra la salud pública, alegó que sufría 'paranoias' pero siempre comunicó los incidentes a sus superiores






La Audiencia de Ourense sentó ayer en el banquillo de los acusados a José Manuel Gómez Fernández, un guardia civil destinado a Verín al que el fiscal atribuye haber facilitado información privilegiada a cinco traficantes de droga -Juan A. Reyes Suardi, José Albino Blanco Casado, Adrián Guerra Vaamonde, Jonathan Fernández Dapena y Cristina dos Santos González-, enjuiciados en el mismo procedimiento penal.


La vista oral para juzgar a los seis comenzó poco antes de las once de la mañana con la declaración de los encausados. Reyes Suardi, a quien el fiscal considera el principal suministrador del estupefaciente en la red que integraban -lleva en prisión 15 meses por esta causa-, fue el primero en ser interrogado y reconoció ser autor de los hechos, aunque con matices. Negó haber vendido droga de forma reiterada desde 2010 hasta su detención, en febrero de 2011, en el marco de la operación policial Fregona, aunque sí confesó haberlo hecho en una ocasión a José A. Blanco. Reconoció también que los agentes le hallaron 110 gramos de cocaína en un registro a la habitación del hostal en el que se alojaba en Verín.


VERSIÓN EXCULPATORIA

Por su parte, José A. Blanco, quien junto a Adrián Guerra habrían vendido el estupefaciente que les proporcionaba Juan Antonio Reyes, confesó también ser autor del delito que se le atribuye, aunque luego se desdijo y mantuvo ante el fiscal una versión exculpatoria. Alegó ser consumidor de cocaína, afirmó que compraba pequeñas cantidades de estupefaciente y que nunca vendió droga, 'sólo la compraba para mí'.Asimismo, precisó que el guardia civil acusado nunca le avisó de que los agentes lo vigilaban. Mientras, su compañero de banquillo Adrián Guerra sí se reconoció autor de los hechos que se le atribuyen. Indicó que sí vendió droga a terceros y que no conocía al agente acusado.

Otro de los procesados, Jonathan Fernández, quien según la acusación pública también traficaba con la droga que le proporcionaban José A. Blanco y Adrián Guerra, sostuvo que compraba estupefaciente para él y para el agente a un portugués, del que no dio datos. Negó eso sí, en contra de lo que dijo en su primera declaración, haber comprado droga a José A. Blanco. 'Declaré eso, dijo, para exculpar al portugués, no quería problemas con él'. Asimismo, Cristina dos Santos indicó, al poco de confesarse autora del delito que se le atribuye, que 'nunca' traficó con estupefacientes.


El guardia civil José Manuel Gómez, a quien sólo manifestaron conocer tres encausados, reiteró que por las fechas del operativo que desmanteló la red consumía cocaína y alcohol, que estaba a tratamiento psiquiátrico y que 'tenía paranoias y manías persecutorias'. Aseguró que siempre que estaba de servicio comunicaba a sus superiores la comisión de los delitos de los que tenía conocimiento y que sabía que José A. Blanco consumía, pero que nunca vio nada 'extraño'. Negó, por último, haber facilitado información a los acusados y reconoció que conseguía droga para su consumo a través de un amigo fallecido y de Fernández Dapena, además de sostener que 'jamás' traficó con estupefacientes. El juicio continúa hoy en la Audiencia.

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