Un mal sueño

Me desperté con una sensación desagradable, y recordé el motivo. Mi hija de cinco años con lágrimas en los ojos y gesto compungido, me preguntaba por que los reyes magos pasaban de largo por nuestro hogar.

Yo no sabía como explicarle que ha sido por culpa del despilfarro, la avaricia, el abuso y el descontrol. Ella insistía, me he portado mal papá, quizá es porque en casa hace mucho frió y no hemos puesto leche a los camellos...

Siendo muy joven, casi un niño marché de mi hogar, para trabajar. Una profesión dura, arriesgada y mal pagada, lo sabía, pero asumí mi elección.

He sufrido el frío hasta sentirlo en el alma, he permanecido al sol hasta que mi piel enrojecía, he sudado hasta la deshidratación, me he calado hasta los huesos, he conocido el miedo, el riesgo, y de cerca he visto pasar a la muerte. He llorado de rabia, he sangrado, me he sentido defraudado, he aguantado la humillación, he conocido la injusticia, he sido traicionado, me he dormido caminando...

Pide me que no descanse, que pase más calor, más sueño o más frío, trabajar más horas, que arrime más el hombro, que tire del carro, más responsabilidad, pero no se lo pidas a mi hija.

Además no lo hagas con palabras huecas, sin respaldo de razón, con falsedad e hipocresía, alegando un esfuerzo similar, cuando sabes que es mentira, que lo que pides no es proporcional, que lo tuyo es un capricho menos y lo mío un sacrificio.

Con mucha calma te digo, que esperaré tranquilo el transcurso de los acontecimientos, que mi hija no tendrá menos que la tuya, que no le quitarás lo que le corresponde por derecho, y si lo haces, no descansarás tranquilo, porque haré lo que tenga que hacer, lo que sea necesario para evitarlo.

Removeré cielo y tierra, cruzaré océanos, escalaré montañas, atravesaré desiertos, bajaré al mismísimo infierno, arrasando con la furia de un titán al que se interponga en mi camino, y no cejaré en mi empeño aunque encuentre la muerte con ello.

Y no son palabras vanas, como lo son las tuyas, ni es rabia contenida, ni una explosión visceral. Son las palabras de alguien que se juega el pellejo día a día, de alguien que juró con un simple beso a una bandera dar la vida por su patria.
Si hice eso por un beso, tú qué piensas que no haré, por defender a la sangre de mi sangre. Tú qué piensas que no haré, por mi pequeña niña.

Como siempre esta historia y más en mi blog:
Enlace al blog

Me ha gustado mucho tu pequeño relato y ya he puesto en favoritos tu blog para seguir leyendo en cuanto tenga un hueco.
Pero dime, ¿es un sueño?
O es la dura y pura realidad.

Un mal sueño, una triste realidad. :salu:

[quote user="soprano" post="807617"]Un mal sueño, una triste realidad. :salu:[/quote]

Dile a tu hija que por desgracia no existen, será un shock momentáneo pero con el tiempo le hará entender que hay quien nace con estrellas y

quien no puede ni soñar con ellas. Con el tiempo, entenderá que el mayor de los regalos es la humildad con la que le criaron sus padres.

:salu:

Me ha emocionado tu relato soprano, se me han saltado las lágrimas, cuando consientes todos los sacrificios, pero no para tu hijita de cinco años.

Gracias shakira, la palabra escrita emociona más cuando se fundamenta en los sentimientos y la verdad.

[quote user="soprano" post="807979"]Gracias shakira, la palabra escrita emociona más cuando se fundamenta en los sentimientos y la verdad.[/quote]

No, no es por la palabra escrita, yo soy muy llorona, hace 3 años sufrí una emoción muy fuerte, y todas las cosas que tocan un poquito el corazón, yo lloro, no me da vergüenza, a veces si procuro que no se me note.
Lo más importante para tu hija, es que esa emoción que tu describes, la sepa y lo que es más importante, la sienta, eso le dará mucha seguridad en su crecimiento, más que cualquier juguete. Saludos.