UN GUARDIA CIVIL ROCIADO CON SANGRE

Un guardia civil es rociado con sangre en el paso fronterizo del Barrio Chino




Un desconocido se aproximó desde el lado marroquí y descargó en el rostro del agente el contenido de una jeringa hipodérmica. Se le están realizando exámenes médicos. El paso fronterizo del Barrio Chino fue escenario de una nueva agresión a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado el pasado 23 de julio, tal y como informaron en la jornada de ayer fuentes policiales a El Faro. Según su versión de lo ocurrido, la cual fue confirmada a este periódico por la Delegación del Gobierno, un desconocido se aproximó al torno de acceso para viandantes, el cual separa ambos países, y desde el lado marroquí de la frontera vació en el rostro de un agente de Guardia Civil el contenido de una jeringa hipodérmica, el cual era “aparentemente sangre”, según Delegación, aunque las fuentes policiales consultadas dan por seguro que se trataba de dicho elemento.




Inmediatamente, se trasladó al efectivo de la Benemérita a un centro sanitario de la ciudad autónoma para que le fueran practicadas las pertinentes pruebas médicas, ya que al haber entrado en contacto con el líquido se temió que pudiera haber sido contagiado de alguna enfermedad. “Le empaparon los ojos y la boca, así que se le están haciendo exámenes de todo tipo para determinar que no es nada grave”. Según ha podido saber El Faro, el resultado de estas revisiones hasta la fecha ha sido negativo y el agente se encuentra en buen estado, aunque aún quedan por confirmar varias pruebas sanitarias.
La Delegación del Gobierno matizó que la agresión se produjo a las 12:00 horas desde territorio marroquí, por lo que el atacante no pudo ser perseguido por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que había en la frontera. Los hechos tuvieron lugar unos días antes de que un agente de Policía Nacional fuera alcanzado por una piedra lanzada desde 'tierra de nadie' en el paso fronterizo de Beni Enzar. Hay que recordar que otro efectivo del Cuerpo también fue alcanzado por una tabla de madera arrojada desde dicho espacio en la misma semana.
Incidentes de este tipo también coinciden con el apedreamiento de vehículos policiales en el paso del Barrio Chino, según denunció la semana pasada la Confederación Española de Policía (CEP) a este periódico. Lo ocurrido ha provocado que las principales formaciones sindicales de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la ciudad autónoma (AUGC, CEP, SUP y UFP) se reunieran la semana pasada para analizar la situación y pedir, de manera unánime, a la Delegación del Gobierno, que mejore la seguridad en los puestos fronterizos que separan la ciudad autónoma del país vecino.
Sobre lo ocurrido, el delegado, Abdelmalik El Barkani, señaló la semana pasada que este tipo de ataques no contaban con la colaboración de las autoridades marroquíes, sino que habían sido perpetrados por “delincuentes”. Asimismo, alabó la colaboración del país vecino en aspectos como la lucha contra la inmigración irregular y el tráfico de drogas y señaló que la mejora de la seguridad en los puestos fronterizos se incluirá en la orden del día de la próxima Reunión de Alto Nivel (RAN) con el país vecino, que se celebrará en septiembre.
No obstante, sus palabras no convencieron al representante provincial del CEP en la ciudad autónoma, Enrique Travieso, quien subrayó que para acceder a tierra de nadie, los agresores tenían que pasar forzosamente por el control de seguridad marroquí.

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