Desarticulan banda introducia hachis en fondo embarcaciones
	
	
		Desarticulan una banda que introducía hachís en el fondo de embarcaciones
 								Adosaban jaulas subacuáticas para  transportar la droga  La operación de la Guardia Civil   ha acabado con  cinco detenidos y la incautación de 900 kilos de polen de hachís y 6.000  euros
 								P.M. Espinosa cádiz, Cádiz | Actualizado 03.09.2013 - 07:02 							
  							 								 									 										 										  											
Todo  comienza con una simple llamada telefónica. Un varón que prefiere  mantenerse en el anonimato advierte el 2 de agosto a la Guardia Civil  que una persona está utilizando la gaditana urbanización de Sotogrande  para introducir en un barco azul y blanco, de forma reiterada, alijos de  hachís en España. Aporta un nombre, Eduardo, dice que es de Madrid y  que tiene amarre y piso en la urbanización. 
 
Ese es el  hilo que la Guardia Civil comienza a tirar y que acaba con la  desarticulación de una compleja organización que introducía hachís desde  Marruecos en embarcaciones con un novedoso sistema de ocultación, el  llamado método ampolla, poco visto por la península pero muy utilizado  desde hace años por los narcos mexicanos para introducir coca en EEUU a  través de Miami. En esta ocasión, a la embarcación, de unos siete metros  de eslora, se le había adosado debajo una especie de habitáculo  esférico que le permitía navegar sin perder velocidad y donde se  guardaban, convenientemente empaquetados, los fardos de droga, que  pasaban desapercibidos a posibles inspecciones. 
 
En la  denominada operación Pilota-Fagab la Guardia Civil ha detenido a cinco  personas y se ha incautado de 30 fardos de arpillera con 900 kilogramos  de polen de hachís, que en el mercado podría rondar 1.400.000 euros de  valor, además de una embarcación, un Audi A6, dos Audi A1, un Volkswagen  Multivan y un Ford Fiesta.
La investigación, que ha sido  llevada a cabo por los equipos de Delincuencia Organizada y Antidroga  (EDOA) de las Comandancias de la Guardia Civil de Cádiz y Madrid,  necesitó que algunos agentes se infiltraran en la urbanización Isla  Carey de Sotogrande. Para no despertar sospechas por el aumento de  vigilancia incluso deslizaron que pertenecían a la cobertura de  seguridad de un alto dignatario político de Thailandia que pasaba sus  vacaciones en la urbanización. 
 
Tras comprobar que la  embarcación y el amarre figuran a nombre de Eduardo D.C. se estableció  la vigilancia pertinente. El 23 de agosto se comprobó que la citada  embarcación había salido a navegar y que un Audi A6 All Road, propiedad  del mismo individuo, se encontraba estacionado en el párking subterráneo  de dicha urbanización. Se comprobó también que E.D.C. posee un  apartamento bajo con salida directa al pantalán. 
 
El 25 de agosto se detectó el regreso de la embarcación con dos personas, el citado Eduardo y una mujer joven de unos 35 años.
 
El  29 de agosto agentes del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas  (GEAS) de la Guardia Civil confirmaron la existencia de un habitáculo  sofisticado y que contenía fardos de arpillería de los que habitualmente  guardan hachís. 
 
Dos días antes, Eduardo, en compañía de  otro hombre, viajaron a Málaga, donde se entrevistaron con otros tres  jóvenes, que supuestamente debían ayudarlos a sacar la droga del fondo  de la embarcación.
 
Fue en la madrugada del 29 de agosto  cuando la Guardia Civil tuvo indicios de que se iba a producir el  trasvase de la droga. El principal cabecilla de la operación habló con  un vigilante de seguridad y a la una de la mañana se apagaron las luces  de toda la urbanización. El individuo que se encontraba de guardia en el  apartamento de Eduardo salió y apagó las luces del pantalán. En esos  momentos había cinco personas en el apartamento, que salieron sobre las  cuatro de la mañana y se desplegaron alrededor del barco. En ese  momento, al prever la descarga de la droga, los agentes redujeron el  cerco de vigilancia. Sin embargo, la entrada en escena de un menor  paseando en bicicleta y de su madre, asustada, hizo que los cinco se  introdujeran de nuevo en el domicilio, apagando todas las luces, por lo  que los agentes esperaron al amanecer antes de llamar a la puerta y  proceder a la identificación de las cinco personas presentes, que son,  además del citado E.D.C., D.M.S, con antecedentes penales; A.J.G.M;  A.M.V.N. y N.M., de origen brasileño, que asisten junto al apartamento a  como los agentes del GEAS inspeccionan el fondo del barco y van  trasladando a tierra los 30 fardos con polen de hachís, por lo que se  les detiene como presuntos autores de un delito contra la salud pública  (tráfico de drogas). Además, en los sucesivos registros domiciliarios  autorizados por el juez, la Guardia Civil se ha hecho con 6.000 euros en  efectivo y diferente documentación y material informático que  utilizarían para sus prácticas delictivas. 
Desarticulan una banda que introducía hachís en el fondo de embarcaciones