Pues para mí, la medalla más importante y la que más cariño tengo de las que poseo es la de antigüedad, que es la del día a día y los sufrimientos cotidianos, las otras, unas merecidas otras no, por las que no las doy importancia alguna ya que están muy devaluadas y debemos de ser críticos con nosotros mismos para ser críticos con los demás.-