Deja un mundo que nunca debió haber pisado.
Hoy hay un monstruo menos entre nosotros.
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Deja un mundo que nunca debió haber pisado.
Hoy hay un monstruo menos entre nosotros.
Hablando de la hiena, en una buena charla hemos llegado varios a esta conclusión.
El terrorista y la hiena mejor muerta, ni mártir ni en la cárcel y sobre todo nada de ser protagonista de nada despues de cumplir su condena.........................que se muera por sus medios, así solo puede culpar a quien lo creo.
Y puede hacer mas daño
Ni con acciones o por simplemente mirar a su victima con chulería, con prepotencia. Ya no es nadie solo polvo.
No lo veremos mas
Los suyos tampoco y al final a las victimas se les recuerda y a las hienas se les olvida, incluso otras hienas.
Ha causado dolor, hasta hoy.
Estoy de acuerdo….salvo en un punto y en un matiz muy importante.
A pesar de su muerte, que le ha llegado de forma natural como nos ha de llegar al resto de seres vivientes, no ha dejado de causar dolor. Esa es la diferencia. Mientras existan descendientes de sus víctimas estará causando dolor.
Cierto, sus descendientes son hijos de una hiena.
Y se pueden comportar como una hiena
Un buen matiz a tener en cuenta.
Y los ciudadanos normales, también y de forma excepcional, pensar que incluso una vez cada mil años una hiena renuncia a sus padres.
Lo bueno de ser una hiena es que solo se relacionan con las de su misma especie y al final por grupos se extinguen.
En el Avīci, que es el más largo y bajo de todos los niveles del infierno, contando algunos duraciones de hasta 1018 años.
Y porque no he encontrado otro infierno mas bajo y feroz, pero para él 1018 años es muy poco.
Buenos días.
No tengo costumbre debido a mi carácter tranquilo y persona correcta con los demás de proferir descalificaciones ni insultos soeces ni denigratorios a ninguna persona, pero por razones humanitarias voy a hacer una excepción....
Bolinaga....¡¡ Vete a tomar por culo !!
Llamarle hiena es un insulto a las hienas compañero.
Este que, en negra tumba, rodeado
de luces, yace muerto y condenado,
vendió el alma y el cuerpo por dinero,
y aun muerto es garitero;
y allí donde le veis, está sin muelas,
pidiendo que le saquen de las velas.
Ordenado de quínolas estaba,
pues desde prima a nona las rezaba;
sacerdote de Venus y de Baco,
caca en los versos y en garito Caco.
La sotana traía
por sota, más que no por clerecía.
Hombre en quien la limpieza fue tan poca
(no tocando a su cepa),
que nunca, que yo sepa,
se le cayó la mierda de la boca.
Éste a la jerigonza quitó el nombre,
pues después que escribió cíclopemente,
la llama jerigóngora la gente.
Clérigo, al fin, de devoción tan brava,
que, en lugar de rezar, brujuleaba;
tan hecho a tablajero el mentecato,
que hasta su salvación metió a barato.
Vivió en la ley del juego,
y murió en la del naipe, loco y ciego;
y porque su talento conociesen,
en lugar de mandar que se dijesen
por él misas rezadas,
mandó que le dijesen las trocadas.
Y si estuviera en penas, imagino,
de su tahúr infame desatino,
si se lo preguntaran,
que deseara más que le sacaran,
cargado de tizones y cadenas,
del naipe, que de penas.
Fuese con Satanás, culto y pelado:
¡mirad si Satanás es desdichado!
Quevedo.
Pobre satanás.