La ciudad de los perros

Ya, te entendemos; pero una cosa es lo que has querido decir y otra distinta lo que has dicho. Posiblemente todo se quede en que no has sabido explicarte y asunto terminado; pero como el hilo lo ha abierto un servidor y soy quien protesta, voy a darte mi opinión.
Parece que hemos quedado de acuerdo en que la ciudad no es para los perros, a lo que añado que tampoco es hábitat adecuado para muchísimos humanos que posiblemente esté aun por civilizar; y no solo para ejercer de responsables de un animal, también para el simple hecho de vivir con otros humanos.
También parece que dejas entrever que fuera de la ciudad todo es miel sobre hojuelas en lo que respecta al tema; pues tampoco yo lo veo así. Considero que da igual donde se viva si se tiene un animal que molesta a los vecinos….aunque e vecino sea de choza.
Aparentemente para ti el perro, en general, es el sujeto directo a respetar por encima de todo, y el ser humano, sobre todo el que nada en absoluto tiene que ver con el perro, es un mero agente pasivo, víctima circunstancial, y destinado a ejercer de mártir si cuadra el asunto. Pues NO, me niego rotundamente a quedarme de mártir circunstancial, y me cisco en toda la parentela del tarao mental que posea un perro y no sepa convivir con sus vecinos ya sea en una ciudad o en medio del desierto del Gobi.
No sé si serás GC ( yo no lo soy), pero miedo me da el que agentes que piensan como tú me atiendan ante un problema de molestias al vecindario; y si el asunto es por un perro ya me veo crucificado , amonestado y multado por osar meterme con tan digno animal.
Supongo que eres conocedor que existe legislación al respecto; incluso las molestias al vecindario puede considerarse como falta o atentado a la intimidad de las personas y el animal puede ser retirado de la custodia de su responsable. Si eres dueño de un perro deberías saberlo.
También deberías saber que los perros, como las personas, pueden tener y de hecho tienen desequilibrios en su comportamiento susceptibles de generar peligro y salirse del comportamiento habitual.
Ya por último, decirte que a estas alturas ya sabemos distinguir entre las molestias inevitables de cualquier tipo de convivencia social y las faltas de civismo manifiesto de ese otro tipo de animal llamado homo sapiens ( aunque muchas veces solo se quede en “homo”)
Disfruta de la compañía de tu perro; te lo deseo de corazón; pero respeta a aquellos que no lo tienen o que prefieran a un lagarto ocelado como mascota y vivan a tu alrededor.