Bonita historia. La verdad es que soy de los que les gusta escuchar esas historias. Las mías no llegan a los 30 años aún, me falta un decenio para llegar.
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Bonita historia. La verdad es que soy de los que les gusta escuchar esas historias. Las mías no llegan a los 30 años aún, me falta un decenio para llegar.
Bueno…..así que esa historia tienes algo más….un gesto de un compañero que pensó en ese momento que estarías sin cenar……es de agradecer que se preocupen de uno.
Tal vez en ese momento te faltó confianza en el compañero, o no quisiste que se molestará en quedarse un rato por ti……sea como fuere, un ayuno tampoco es perdido, seguro que a tú cuerpo le sirvió de descanso….mejor tomárselo por la parte positiva.