Es cierto, debería renunciar también. Como hacemos nosotros los guardias civiles, que sí que somo solidarios, y en cuanto vemos que nos dan un destino que a lo mejor no nos merecemos, renunciamos a él, cediendo nuestro puesto a otro compañero. Lo que mueve nuestras vidas no es el dinero de las especialidades, ni los buenos destinos, ni la productividad, no. Nosotros somos vocacionales, no como esos jefes que solo piensan en ellos (Ironic mode ON).