Iniciado por
bambinoupr
Corría el año 1985, por aquel entonces contaba con 17 años de edad, mi ilusión era entrar en las Fuerzas de Seguridad del Estado pero tenias que tener 20 años para poder opositar, cosas del Régimen anterior. La puerta la vi abierta podía hacer el servicio militar como Guardia Civil Auxiliar, que ilusión poder portar el traje verde, con su haz de lictores sobre espada cruzada. Después de un proceso selectivo opte a una plaza en la Academia de Baeza, como auxiliar, que experiencia, entre las cosas que aprendí fue disciplina, por supuesto hacer la cama sin arrugas y correr el patio a gran velocidad. Durante tres meses aprendí cosas que me sirvieron en el futuro, y sobre todo el enorme orgullo que representaba poder estar en un colectivo que da mucho y recibe poco, gracias a su altruismo y buen hacer.
Los meses del servicio militar los pase entre la comandancia y más concretamente en el Núcleo de Servicios haciendo seguridad en las garitas de la cárcel. El turno era duro prácticamente solo tenias un día libre al mes, pero aún así mi ilusión era ser Guardia civil.
Lamentablemente no pudo ser por dos factores, el primero un cabo primero que me trato como si fuera un jarrón, como malos modos y forma, prácticamente era un esclavo a su servicio, ejemplos: auxiliar cámbiame el canal de la televisión manualmente que no tenemos mando a distancia, por aquella época 1986 creo que había un mundial de futbol, en la que el buitre le metió 4 ó 5 goles a Dinamarca. Como lo citado anteriormente muchas más cosas, gritos, desprestigios, y un sinfín de malas formas y modos. Imaginaos lo que supone para un chaval de 17 años este trato denigrante, te marca.
La segunda cosa fue un día que entraba de servicio en Comandancia, bajaba de la moto y justo cuando la aparco pasa un hombre y me dice que es mi teniente coronel, yo lejos de mi asombro y no conociendo a dicho señor, dado que estaba más horas en la cárcel que los propios presos, le dije que se identificara, lo cual al parecer no le cayó muy bien argumentando que estaba arrestado que me presentara a su despacho por la mañana. Obviamente no presente con el convencimiento que era una persona con algún delirio de grandeza, y el hecho de no identicarse me convenció que era todo una invención. Pues al día siguiente vino el subteniente a casa de mis papas, comunicándoles que estaba arrestado, bueno digámoslo detenido, que vergüenza para mí y mi familia. Estuve 15 días arrestado por algo que hoy en día es lo más normal del mundo identificarse. El arresto lo complete en la comandancia sin poder salir, eso sí, a trabajar y hacer garitas sí que podía, que gracia.
Hoy en día soy mando del CNP, el parte que me impusieron me negó el acceso a la Guardia Civil, cuerpo que llevo en mi corazón, porque con 17 años es como tú primer amor, en fin hoy en día mis compañeros auxiliares, son tenientes o capitanes.
Pero la espina que llevaba dentro hizo que luchara con más fuerza y aprobé para el CNP, ascendiendo en cada momento, acumulando medallas y felicitaciones, pero teniendo presente que un día compartí con la G. civil unos años de mi vida a los que estoy agradecido aunque concurrieran en ese periodo algún mando psicopático.
Si dieran la posibilidad de pasarse a la Guardia civil, yo no tendría ningún problema. Ánimos compañeros.
Por cierto la historia tiene un final cuando me encuentro con el cabo ya ascendido a sargento y yo en el mismo plano de igualdad, pero eso señores ya es otra historia.