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Fraccionarios.
2. De los adjetivos, únicamente medio puede modificar directamente al sustantivo que expresa la cosa dividida, con el que debe concordar en género y número: medio libro, media tortilla, dos medias naranjas. El resto de los adjetivos fraccionarios se combinan exclusivamente con el sustantivo parte —de ahí que solo se empleen las formas femeninas—y requieren que el sustantivo que expresa la cosa dividida vaya precedido de la preposición de: dos quintas partes de la población, la milésima parte de un segundo. Los adjetivos fraccionarios que corresponden a los números tres a diez, así como los correspondientes a cien, a mil y sus múltiplos, y a millón y los suyos, coinciden en sus formas con los femeninos de los ordinales: tercera, cuarta, quinta, [...] décima, centésima, milésima, diezmilésima, millonésima (→ordinales. El resto se forma hoy añadiendo al numeral cardinal el sufijo -ava: treceava, catorceava, diecinueveava, veintiunava, etc. Los correspondientes a los números once y doce, así como los correspondientes a las decenas, admiten ambas formas (onceava y undécima; doceava yduodécima; veinteava y vigésima; treintava y trigésima, etc.), aunque hoy suelen preferirse las primeras: «El volumen sanguíneo corresponde a una doceava parte del peso corporal total» (Rosales/Reyes Enfermería [Méx. 1982]); «Unidad inglesa de medida que equivale a la duodécima parte del pie» (Ramírez Baile [Nic. 1995]); «Equivale apenas a la treintava parte del interés civil y comercial» (SuárezSueños I [Col. 1911-25]); «Los votos observados eran una trigésima parte del total» (Brecha [Ur.] 10.1.97).
http://lema.rae.es/dpd/?key=fraccionarios
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¿Sabiondo o sabihondo?
¿Se escribe sabiondo o sabiohondo? ¿Es más sabiondo el que le pone esa hache intercalada o al contrario?
Si, como nosotros, tienes dudas al respecto, aclarémoslo juntos: ¡ambas formas son correctas! Si acaso, podríamos decir que la forma más culta es sabiondo, aunque muchos crean que es al revés. No siempre más es menos…
Veamos lo que dice el Diccionario panhispánico de dudas:
Sabiondo/sabionda: coloquialmente, '[persona] que presume de sabia sin serlo': “Oye, sabionda, acuérdate de que aquello se gasta” (Álvz Gil Naufragios [Cuba 2002]). Lejos de ser una falta de ortografía, la forma sabiondo es la originaria, ya que esta voz parece proceder de la forma reconstruida del latín vulgar sapibundus (adjetivo derivado de sapere 'saber'); enseguida, y por influjo de hondo ('profundo'), surgió la variante sabihondo, que está desplazando en el uso culto actual a la forma originaria: “Escribí un artículo refutando alsabihondo doctor, pero no me lo publicaron” (T Ballester Filomeno [Esp. 1988]).
http://www.estandarte.com/noticias/i...ondo_2223.html
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¿Expléndido o espléndido?
Cuidado con la ultracorrección, que metemos la pata...
¿Expléndido o espléndido? ¿Te surge a veces la duda de ponerlo con ‘x’ o con ‘s’? En ese caso, te vendrá bien este pequeño recordatorio que hemos preparado para que a nadie se le pase: lo correcto es espléndido, no existe la forma "expléndido"… ¡Olvídate de la ‘x’!
Se produce con espléndido un fenómeno de ultracorrección: deformamos una palabra correcta por considerarla erróneamente incorrecta. Se corrigen errores donde no los hay, vamos.
Nos atrevemos a decir, sin ser expertos en lingüística (más bien lectores y escritores preocupados por usar de forma lo más correcta posible el lenguaje con el que trabajamos), que se cae en el uso de la ‘x’ en esta palabra por el carácter enfático que la propia letra posee: decimos que tenemos un día “expléndido”, remarcando con fuerza la ‘x’, incluso alargándola, y sentimos que el día se pone aún más soleado… Pues no: lo que conseguimos es una falta de ortografía garrafal.
Encontramos en la red "pisos expléndidos”, “expléndidos balances” y "días expléndidos”, todos ellos incorrectos.
Como bien dice Alena Collar en su bitácora, “’Expléndido’, no existe. Es una simple, vulgar y llana falta de ortografía, como no existe ‘explendor’ porque no existe ‘plendido’ ni ‘plendor’ para poderle añadir prefijo. Que se quiera justificar esto con la sempiterna cantilena (del latín, me van a permitir, porque cantinela es la desviación vulgar del término) de que ‘nos permitimos esas licencias poéticas’ no explica más que la absoluta ignorancia de lo que se dice, y la soberbia del no reconocer que no se sabe lo que se escribe”.
http://www.estandarte.com/noticias/i...dido_2227.html
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Fraccionarios.
3. Los sustantivos fraccionarios se usan precedidos de determinante (artículo o numeral cardinal) y van normalmente seguidos de un complemento con de, que especifica la cosa dividida: Repartió en vida la mitad de sus bienes; Dos tercios de los presentes votaron a favor. Cada adjetivo fraccionario tiene su correspondiente sustantivo:
a) Al adjetivo medio le corresponde el sustantivo mitad: la mitad de la tortilla. El uso de medio como sustantivo fraccionario solo es normal en contextos matemáticos: «La razón de dos segmentos homólogos en una semejanza es igual a: a) Un medio de la razón de semejanza» (VV. AA.Matemáticas [Esp. 1998]).
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Fraccionarios.
3. Los sustantivos fraccionarios se usan precedidos de determinante (artículo o numeral cardinal) y van normalmente seguidos de un complemento con de, que especifica la cosa dividida: Repartió en vida la mitad de sus bienes; Dos tercios de los presentes votaron a favor. Cada adjetivo fraccionario tiene su correspondiente sustantivo:
b) El sustantivo que designa la tercera parte de una cosa es tercio, que originalmente era también adjetivo (la tercia parte): «Para la votación se exigirá igualmente la mayoría de dos tercios» (Guinea Sindicatos [Esp. 1977]).
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Fraccionarios.
3. Los sustantivos fraccionarios se usan precedidos de determinante (artículo o numeral cardinal) y van normalmente seguidos de un complemento con de, que especifica la cosa dividida: Repartió en vida la mitad de sus bienes; Dos tercios de los presentes votaron a favor. Cada adjetivo fraccionario tiene su correspondiente sustantivo:
c) En el resto de los casos, la forma de los sustantivos fraccionarios coincide con la de los adjetivos, con la salvedad de que el sustantivo es normalmente masculino y para el adjetivo solo se emplea la forma femenina: cuarto, cuarta (parte); quinto, quinta (parte); sexto, sexta (parte); veintiunavo, veintiunava (parte), etc. Solo los sustantivos fraccionarios correspondientes a diez, cien, mil y millón, y sus múltiplos, pueden ser masculinos —uso frecuente en América— o femeninos (décimo o décima, centésimo ocentésima, milésimo o milésima, millónésimo o millonésima): «Una diferencia de un décimo de milímetro podía ocasionar el recalentamiento del arma» (García Mundo [Perú 1994]); «Ni siquiera varió una décima de pulgada la dirección de su órgano más sensible» (Panero Lugar [Esp. 1976]). Al igual que ocurre en el caso de los adjetivos (→ 2), para los correspondientes a las decenas pueden admitirse las formas propiamente fraccionarias, que terminan en -avo, o las que coinciden con los ordinales, pero estas últimas son de raro uso hoy: «Casi un tercio del tamaño y casi un veinteavo de la masa de la Tierra» (Altschuler Hijos [Ur. 2002]); «El salario de los cilleros [...] solí[a] variar del décimo al vigésimo de los frutos» (DmgzOrtiz Clases [Esp. 1973]).
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Fraccionarios.
4. Todos los numerales fraccionarios se escriben en una sola palabra, por lo que se consideran incorrectas las grafías con separación entre sus componentes: http://lema.rae.es/dpd/img/bolaspa.gifcien milésima, http://lema.rae.es/dpd/img/bolaspa.gifdiez millonésima. En la escritura de los fraccionarios formados por adición del sufijo -avo a un cardinal terminado en -a, se recomienda reducir las dos vocales iguales a una sola: cincuentavo, mejor quecincuentaavo. En los formados por adición de este mismo sufijo a cardinales terminados en -e, debe mantenerse esta letra: onceavo, doceavo, veinteavo, etc.; las formas onzavo, dozavo, veintavo, etc., son anticuadas y no se recomienda su empleo. Cuando el sufijo -avo se añade a numerales terminados en -o, se mantiene esta letra: dieciochoavo, veinticuatroavo, etc.; no obstante, en los compuestos de ocho, puede también elidirse: dieciochavo.
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Fraccionarios.
5. Salvo octavo y sus compuestos, que son también ordinales, los numerales formados con el sufijo -avo son exclusivamente fraccionarios; por tanto, es incorrecto su empleo con valor ordinal: http://lema.rae.es/dpd/img/bolaspa.gifel quinceavo cumpleaños, http://lema.rae.es/dpd/img/bolaspa.gifel diecinueveavo piso; lo correcto es el decimoquinto cumpleaños, el decimonoveno piso.
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Género2.
1. Los sustantivos en español pueden ser masculinos o femeninos. Cuando el sustantivo designa seres animados, lo más habitual es que exista una forma específica para cada uno de los dos géneros gramaticales, en correspondencia con la distinción biológica de sexos, bien por el uso de desinencias o sufijos distintivos de género añadidos a una misma raíz, como ocurre en gato/gata, profesor/profesora, nene/nena, conde/condesa, zar/zarina; bien por el uso de palabras de distinta raíz según el sexo del referente (heteronimia), como ocurre en hombre/mujer, caballo/yegua, yerno/nuera; no obstante, son muchos los casos en que existe una forma única, válida para referirse a seres de uno u otro sexo: es el caso de los llamados «sustantivos comunes en cuanto al género» (→a) y de los llamados «sustantivos epicenos» (→ b). Si el referente del sustantivo es inanimado, lo normal es que sea solo masculino (cuadro, césped, día) o solo femenino (mesa, pared, libido), aunque existe un grupo de sustantivos que poseen ambos géneros, los denominados tradicionalmente «sustantivos ambiguos en cuanto al género» (→ c).
a) Sustantivos comunes en cuanto al género. Son los que, designando seres animados, tienen una sola forma, la misma para los dos géneros gramaticales. En cada enunciado concreto, el género del sustantivo, que se corresponde con el sexo del referente, lo señalan los determinantes y adjetivos con variación genérica: el/la pianista; ese/esa psiquiatra; un buen/una buena profesional. Los sustantivos comunes se comportan, en este sentido, de forma análoga a los adjetivos de una sola terminación, como feliz, dócil, confortable, etc., que se aplican, sin cambiar de forma, a sustantivos tanto masculinos como femeninos: un padre/una madre feliz, un perro/una perra dócil, un sillón/una silla confortable.
http://lema.rae.es/dpd/?id=Tr5x8MFOuD6DVTlDBg
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Género2.
1. Los sustantivos en español pueden ser masculinos o femeninos. Cuando el sustantivo designa seres animados, lo más habitual es que exista una forma específica para cada uno de los dos géneros gramaticales, en correspondencia con la distinción biológica de sexos, bien por el uso de desinencias o sufijos distintivos de género añadidos a una misma raíz, como ocurre en gato/gata, profesor/profesora, nene/nena, conde/condesa, zar/zarina; bien por el uso de palabras de distinta raíz según el sexo del referente (heteronimia), como ocurre en hombre/mujer, caballo/yegua, yerno/nuera; no obstante, son muchos los casos en que existe una forma única, válida para referirse a seres de uno u otro sexo: es el caso de los llamados «sustantivos comunes en cuanto al género» (→a) y de los llamados «sustantivos epicenos» (→ b). Si el referente del sustantivo es inanimado, lo normal es que sea solo masculino (cuadro, césped, día) o solo femenino (mesa, pared, libido), aunque existe un grupo de sustantivos que poseen ambos géneros, los denominados tradicionalmente «sustantivos ambiguos en cuanto al género» (→ c).
b) Sustantivos epicenos. Son los que, designando seres animados, tienen una forma única, a la que corresponde un solo género gramatical, para referirse, indistintamente, a individuos de uno u otro sexo. En este caso, el género gramatical es independiente del sexo del referente. Hay epicenos masculinos (personaje, vástago, tiburón, lince) y epicenos femeninos (persona, víctima, hormiga, perdiz). La concordancia debe establecerse siempre en función del género gramatical del sustantivo epiceno, y no en función del sexo del referente; así, debe decirse La víctima, un hombre joven, fue trasladada al hospital más cercano, y no http://lema.rae.es/dpd/img/bolaspa.gifLa víctima, un hombre joven, fue trasladado al hospital más cercano. En el caso de los epicenos de animal, se añade la especificación macho o hembra cuando se desea hacer explícito el sexo del referente: «La orca macho permanece cerca de la rompiente [...], zarandeada por las aguas de color verdoso» (Bojorge Aventura [Arg. 1992]).
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