Muy buena anecdota, y lo interesante es la moraleja.
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Muy buena anecdota, y lo interesante es la moraleja.
La depresión es una enfermedad que solo la entiende quien la ha padecido o convive con una persona que la padece.
El enfermo de depresión no lleva marcado la enfermedad en su cara, aparentemente es una persona normal, la mayoría de la gente no la entiende hasta los que te conocen no te toma en serio piensan que eres una persona vaga y que sufre maulitis, eso complica la recuperación de la persona depresiva, que cada vez se aísla más en su mundo, rechazando cada vez más la compañía de la gente.
Si puede ayudaros os recomendaría a las personas depresivas que os hicierais con un perro, es increíble pero los perros ayudan muchísimo a las persona depresiva, gracias al perro el enfermo de depresión tiene motivo para salir a la calle, el perro nos da cariño y no te hace preguntas no te pide nada, siempre digo que no somos nosotros los que sacamos a nuestros perros a la calle, si no, que son ellos los que nos sacan a nosotros.
Sin duda alguna mi perra ha hecho por mi más que muchas personas.