Era la tarde del día 25 de agosto del año 1985. Hacia dos meses que había dejado a mi esposa en casa de mis suegros ya que en el mes de julio había nacido mi gran sol, mi hijo. Bajamos en el mes de junio para que pudiera dar a luz en Toledo y no allí arriba, equivocadamente o no, no nos fiábamos de nadie en aquella tierra española.
Vivíamos de alquiler en la calle al no haber pabellón en el cuartel y al quedarme ese tiempo solo, ocupe plaza en una habitación de solteros en el cuartel.
La tarde era calurosa y recuerdo como después de la comida que hicimos los compañeros me fui al dormitorio y sobre la cama, empecé la lectura de aquel primero tomo de JJ Benítez Caballo de Troya.
No mucho después y en el silencio de esa sofocante calurosa tarde, sonó un estampido y juro que en ese momento mientras saltaba de la cama, abría la taquilla para coger la Z pensé que todo era que a alguno de los compañeros, se le había escapado un disparo . . . fueron décimas de segundos los que transcurrieron entre el pensamiento y la realidad, de forma inmediata sonaron varias ráfagas y varios disparos de cetme.
Salimos todos de inmediato, unos para la calle y otros a través de los balcones que daban a la misma, tarde, en tan solo esos terribles segundos esos hijos de mala madre habían alcanzado a un joven compañero y se habían dado a la fuga-
En la calle, la escena era terrible. El compañero se mantenía en pie mientra la sangre brotaba de sus heridas. La gente pasaba por el lugar y nadie, y digo nadie, se preocupó tan solo de preguntar, tan solo observamos sus miradas de reojo.
Fueron años duros para todos nosotros pero sobre todo para nuestras familias ¿de que ha servido?. . . tan solo para que muchos de nosotros guardemos esos recuerdos amargos y mucha rabia contenida ante esos espectáculos a los que no nos acostumbramos en lo que se refiere a los asesinos.
Esta noticia está en la red, y yo la dejo aquí.
1985-08-25 Munguia (Bizkaia):
El guardia civil José Santos García, de 20 años, resultó herido con dos impactos de bala en una pierna y un hombro como consecuencia del ametrallamiento al cuartel de la Guardia Civil de Munguía. Santos hacía guardia en al puerta del cuartel cuando un turismo ocupado por tres agresores disparó más de 26 proyectiles contra el edificio.-
aver si ahora me sale mejor