http://www.elmundo.es/espana/2017/01...d768b4639.html
increible.
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pues como sea verdad todo eso a mas de un policia le van a temblar las canillas :sorrow:
Vaya tela...
Teniendo en cuenta que la Comisaría General de Información, que es la que corta el bacalao en estos temas en el ámbito del CNP, no estaba en el tema, por algo seria y en la noticia lo explica. Tiene pinta de que la Brigada Provincial de Información de Madrid pudo meter la pata por ir a su bola, ya veremos como queda el tema.
Cita:
SEGURIDAD
El confidente de la falsa red yihadista intentó timar al CNI
La Audiencia Nacional pone en duda la operación antiyihadista de Madrid
ÁNGELES ESCRIVÁ
ESTEBAN URREIZTIETA
Madrid
20/01/2017 03:39
Manuel Rodríguez Mnri, alias Lolo o José, el presunto organizador de la célula yihadista de Madrid desmantelada a finales de diciembre, llamó el pasado julio a las puertas del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y les ofreció la misma información que había vendido a la Brigada de Madrid sobre la existencia de un comando yihadista en la capital.
Lo que Lolo buscaba era más dinero a cambio de los datos que estaba proporcionando. Sin embargo, ya en octubre, los servicios secretos llegaron a la conclusión de que, a pesar de los vídeos de estética yihadista y de su contextualización, lo que había encima de la mesa era un simple fenómeno delincuencial y de que la intención del nuevo colaborador era vender un montaje.
Los servicios de inteligencia pusieron estas conclusiones en conocimiento de la Comisaría General de Información que, a su vez, confirmó que Manuel Rodríguez carecía de fiabilidad.
El confidente de la Policía ofreció en julio al Centro datos sobre un comando islamista armado en Madrid porque quería dinero
Según las fuentes consultadas, los responsables de la Comisaría General de Información -al frente de la cual se encuentra el comisario Enrique Barón- advirtieron a los jefes de la Brigada de Información de Madrid de lo que estaba ocurriendo, pero estos desoyeron el aviso y decidieron continuar con sus investigaciones. Frente a esta versión, fuentes de la Brigada de Información de la capital sostienen que nadie les avisó de nada, que esas alertas nunca se produjeron y que ellos acabaron poniendo a disposición judicial a dos presuntos yihadistas españoles, Edrissa Ceesam y Samir Sennouni, de origen marroquí y gambiano, a los que el juez mantiene en prisión por enaltecimiento y posesión de armas.
No se descarta que Manuel Rodríguez Mnri obtuviese una recompensa por las informaciones que proporcionó entre julio y octubre. Según información recabada por este periódico, sí es seguro que recibió entre 500 y 600 euros al mes de los fondos reservados de la Policía con un plus si aportaba información extraordinaria. Al parecer, extraordinarios fueron sus esfuerzos por ir surtiendo a la Brigada madrileña de los datos que llevaron a la detención de dos miembros de su grupo de amigos y que desde el primer momento aseguraron ya en prisión que Lolo les había tendido una trampa.
Según relataron a los funcionarios de prisiones, fue Manuel Rodríguez quien les presentó por sorpresa a un presunto traficante de armas; fue él quien preparó el escenario de los vídeos en los que aparecía la Puerta del Sol y que activaron todas las alarmas sobre la posibilidad de un atentado en Madrid, y fue él quien subió a las redes sociales un material que los detenidos pensaron que era una «broma» privada.
La Audiencia Nacional, el juez del Juzgado número 1, Santiago Pedraz, y los fiscales Dolores Delgado y Jesús Alonso están tomando declaración estos días tanto a los imputados como a los miembros de la Brigada de Madrid para dilucidar si la existencia de la célula yihadista fue efectivamente un montaje o si, aun existiendo -un extremo que descartó el CNI en otoño-, se indujo a sus miembros a incurrir en delitos que, según los procedimientos empleados, podrían poner en peligro las actuaciones judiciales.
Fue rechazado en octubre porque los servicios consideraron que era un montaje sobre un fenómeno delincuencial no terrorista
La situación es especialmente complicada toda vez que la Brigada de Madrid puso a disposición de Manuel Rodríguez Mnri un agente encubierto que, según propio testimonio, vendió al grupo uno de los cinco cargadores que les fueron incautados y, según testimonio de los dos presos, les facilitó una réplica de kalashnikov que podría ser la que aparece en los vídeos yihadistas. Los responsables de la Brigada de Madrid sostienen que hay un kalashnikov real, aunque no han especificado los motivos en los que basan esta convicción ni su paradero.
Las piezas del kalashnikov falso fueron halladas por agentes de la Guardia Civil después de que Lolo les llevase hasta ellas. El confidente, inasequible al desaliento, en plena operación policial quiso protegerse por si se torcían las cosas y buscó ser testigo protegido. Su estrategia le falló porque también la Guardia Civil, tras cinco días con él, acabó dándose cuenta de que era un «manipulador» y así lo comunicó en un informe al juez Pedraz.
La investigación judicial tropieza con otros asuntos espinosos que tienen que ver con los esfuerzos de los agentes de la Brigada de Madrid por proteger a su confidente incluso del juez Pedraz. A lo largo del procedimiento judicial no se le menciona hasta los registros y con el nombre de Jose. En uno de los oficios se asegura que los dos detenidos participan en el vídeo y se habla de «alguien más que está grabando el momento», sin especificar que es su confidente quien lo hace. Y se señala a Samir Sennouni como el protagonista de un vídeo en el que aparece tapado y leyendo en árabe cuando, en realidad, esa figura podría ser también la de Lolo.
Las claves
Sin escrúpulos.
Manuel Rodríguez es confidente reincidente, o lo ha intentado, ofreciendo información de amigos suyos. El CNI consideró que eran delincuentes y no terroristas. Insistió con Policía y Guardia Civil.
La investigación.
El juez Pedraz y los fiscales de la Audiencia Nacional tratan de averiguar si en algún momento en el presunto desarrollo de la célula yihadista pudo haber un delito inducido, lo cual invalidaría el procedimiento. Los policías también declaran.
Asuntos espinosos.
Los agentes de la Brigada no informaron al juez de la existencia del confidente hasta el final sin identificarle. Se limitaron a decirle que alguien debió grabar los vídeos sin especificar que fue Lolo y obviaron su posible presencia en otro.
http://www.elmundo.es/espana/2017/01...e5a8b460c.html
Muy tristes este tipo de noticias,más de uno hace lo que sea por colgarse una medalla,por no hablar de la corrupción,aún sigo esperando después de 10 años saber la verdad del caso FAISÁN.entre algunos políticos y los que se dejan manejar por cuatro beneficios llevamos un lastre encima.....
La Policía justifica ante el juez la operación contra los presuntos yihadistas de Madrid
El agente encubierto relató al juez su reunión el 12 de octubre con los presuntos terroristas
La Brigada de Información de Madrid dice que 'Lolo' no era su confidente
ÁNGELES ESCRIVÁ
ESTEBAN URREIZTIETA Madrid
22/01/2017 03:13
Granadas, 20 cajas de munición y dos Ak-47 con la amenaza de que si no se los proporcionaban se buscarían otro proveedor. El agente infiltrado en la operación en la que fue desarticulada la célula presuntamente yihadista de Madrid relató de este modo al juez Santiago Pedraz las exigencias que le hicieron los presuntos terroristas ante los que se hizo pasar por traficante de armas. Según aseguran a EL MUNDO fuentes de la investigación, el policía contó con todo lujo de detalles su participación en una reunión el pasado 12 de octubre en una cabaña situada en Valdemoro, a la que le condujeron los supuestos islamistas radicales.
«Los detenidos se referían a éste enclave como la caseta de la cabaña», relató el agente encubierto. El encuentro se celebró a las siete y media de la tarde, «en un chamizo» al que accedieron «levantando una pieza de hierro» y montículos de basura. En el interior apenas cabía «una mesa en la que había una cachimba y un gran machete» y destacaba una pintada en la pared en la que se podían leer proclamas islamistas. Concretamente «hermanos de sharia» escrito con trazos de color verde.
Se trataba de saber si los convocantes tenían la intención de hacerle un encargo concreto. Según relató este policía en su declaración, a la cita asistieron «cinco marroquíes». Entre ellos se encontraba Manuel Rodríguez Mniri, aliás Lolo o José, confidente policial que está considerado por el CNI y por la comisaría General de Información como el organizador de la célula. No obstante, quien tomó la palabra fue Samir Sennouni, uno de los detenidos, musulmán nacido en España pero de familia de origen gambiano. Sennouni, en prisión, aseguró en una conversación que mantuvo con un funcionario de prisiones que él había sido convocado en La Cabaña por Lolo, que fue el confidente quien llevó al traficante de armas y quien les ordenó callar para manejar él la información.
Sin embargo, la versión del agente encubierto fue otra. Según dijo, el negro le pidió de inmediato que le consiguiera «las dos largas que tú sabes», en referencia a dos AK-47, y le amenazó con «irse a otro» proveedor si no se las proporcionaba. Junto a estas armas le solicitó «20 cajas de munición» y «granadas». No especificó el número, sólo le exigió que «no fueran del ejército español, que procedieran del extranjero».
El español de origen gambiabo ofreció al policía infiltrado hacerle allí mismo un primer pago de «2.000 o 3.000 euros» como adelanto, y le emplazó a que la entrega de la mercancía se realizara en «un hotel» que él mismo fijaría. Según el agente, su interlocutor, de 25 años, que iba vestido con un chándal, «portaba un arma corta que le sobresalía».
El policía camuflado replicó que cobraría cuando se efectuara la entrega y precisó que sería él el que fijaría el lugar de la transacción. Una vez expuestas las pretensiones y los procedimientos, los compradores le espetaron: «No nos falles porque vamos a por ti». El agente decidió que por supervivencia, lo mejor era responder con una amenaza similar.
El policía se limitó a relatar estos hechos al juez. El magistrado le preguntó: ¿Usted cree que eran islamistas? y el policía respondió:
«No se lo puedo asegurar».
- ¿Sabe usted el destino que iban a darle a las armas?
- No.
Tras esta reunión, el agente se retiró del operativo por razones de seguridad y no volvió a tener contacto físico con los presuntos terroristas.
http://www.elmundo.es/espana/2017/01...9258b4610.html
http://www.elmundo.es/espana/2017/01...b518b45b5.html
El juez decreta la puesta en libertad a los falsos yihadistas detenidos en Madrid
La Dirección de la Policía ordena investigar a su Brigada de Madrid por el caso de los falsos yihadistas
EDITORIAL: Una chapuza policial que no se puede volver a repetir
Varapalo de la Audiencia a la Policía
Una investigación llena de pasos en falso
ÁNGELES ESCRIVÁ Madrid
26/01/2017 10:49
La Dirección General de la Policía (DGP) ha anunciado que va a investigar el trabajo desarrollado por la Brigada de Información de Madrid en el caso de la falsa célula yihadista desmantelada en Navidades, una operación en la que se detuvieron a dos personas que acaban de ser puestos en libertad sin cargos.
En un breve comunicado, la DGP asegura que lo sucedido demuestra "el normal funcionamiento del Estado de Derecho" y recuerda que los agentes vienen desarrollando, "con un acreditado reconocimiento internacional", una labor "extraordinaria y eficaz en la lucha contra el terrorismo yihadista".
La decisión de la cúpula policial llega un día después del varapalo judicial a la propia Policía al dejar en libertad sin cargos a los falsos islamistas porque "los indicios que apuntaban a los investigados se han desvanecido".
En concreto, el juez de la Audiencia NacionalSantiago Pedraz certificó el miércoles que no estaba justificada la operación policial en plena Navidad contra una célula islamista de la que se difundió que se encontraba armada y que iba a atentar de forma inminente y podía hacerlo en la Puerta del Sol. Al dejar en libertad sin medidas cautelares a los dos únicos encarcelados, el juez dejó la causa al borde del archivo.
La excarcelación y el contenido del auto [consúltelo en PDF] confirmaron que, tal y como informó este diario, la operación fue magnificada por la Brigada Provincial de Información de Madrid, que siguió los datos proporcionados por un confidente, Manuel Rodríguez Lolo, y que infiltró a un agente que vendió a los dos detenidos un cargador de los cinco que les fueron hallados. El magistrado apunta a un posible montaje de ese confidente.
Los dos jóvenes musulmanes detenidos, Edrissa Ceesay y Samir Sennouni, españoles de padres gambiano y marroquí, declararon que fueron engañados por un confidente policial y que en ningún caso su intención era perpetrar un atentado. El propio confidente también ha reconocido que la operación fue «un montaje». Los policías consideran que este último les engañó y les facilitó información errónea. No obstante, los agentes que intervinieron en la operación insisten en que los dos detenidos serían delincuentes peligrosos que intentaron comprar granadas, dos AK-47 y 20 cajas de munición.
Una investigación llena de pasos en falso
La investigación de la falsa célula ha estado llena de pasos en falso desde el principio. La pasada primavera, Lolo se puso en contacto con la Brigada de Información para proporcionar el dato de la existencia de una célula yihadista en Madrid que tenía armas y podía atentar. Los responsables de la Brigada en principio le creyeron. Asumieron como válidos los vídeos de factura presuntamente yihadista que les aportó e infiltraron a un agente encubierto que se hizo pasar por traficante de armas y que les vendió al menos un cargador.
En julio, el confidente se había entusiasmado y había entrado en tratos con el CNI. La maquinaria de los servicios secretos fue destinada a calibrar el alcance de la amenaza y fue inevitable que descubriera el trabajo doble de su colaborador. Los servicios secretos se pusieron en contacto con la Comisaría General de Información, dirigida por Enrique Barón y de la que depende la Brigada de Madrid, a cuyo frente está el comisario Germán Castiñeira, y todos se pusieron a investigar a tres bandas. El 2 de noviembre, el CNI llegó a la conclusión de que la historia de Lolo era un montaje y de que no había célula terrorista, sino «un fenómeno delincuencial». Sus miembros no estaban radicalizados y los vídeos no estaban hechos por islamistas. Los protagonistas bailaban, el idioma que usaban no era árabe y era el confidente quien los había hecho. Lo que desconocía el CNI es que había un policía infiltrado.
Estas conclusiones fueron puestas a disposición de la Comisaría General de Información que, según algunas fuentes, informó a la Brigada. Aquí las versiones discrepan. Unos afirman que los investigadores de Madrid se negaron a renunciar al caso y fuentes de la Brigada aseguran que a ellos nadie tenía que avisarles de que Lolo era un farsante porque ya lo sabían.
Puntos sin aclarar
Según esta versión, tenían que acabar el procedimiento porque estaba judicializado y no le podían dar carpetazo como si nada. Sin embargo, hay puntos no aclarados en la actuación de la Brigada: repudiaron a Lolo pero mantuvieron sus vídeos como prueba, y nunca le dijeron al juez que los había grabado su confidente y que el enmascarado que protagoniza una de esas cintas es él. Al contrario, señalaron a uno de los detenidos como culpable cuando era falso (sostienen que creyeron lo que les dijo Lolo). Y exageraron. En un oficio al juez y en sus informaciones a la prensa, a la que aseguraron que el atentado era inminente.
El Gobierno fue informado por el CNI el día de las detenciones que se trataba sólo de delincuentes. Nadie dijo nada porque había un juez al frente de la investigación. A pesar de todo, hay un dato que sigue sin ser resuelto. El agente infiltrado dijo que los detenidos le pidieron granadas y un kalashnikov y le advirtieron de que, si no se los daba, buscarían otro proveedor. No sabe para qué. Si eso es así, es difícil entender por qué se cerró en falso la investigación. El lunes, el propio Lolo daba la explicación más cínica y preocupante. Según dijo, la culpa de todo la tenía la Brigada de Información porque, si hubiera esperado un año, lo que aún era falso se hubiera tornado cierto.
http://www.elmundo.es/espana/2017/01...3498b4615.html
TRIBUNALES
Absueltos seis supuestos islamistas porque no había "prueba alguna" contra ellos
27/01/2017
La inflación de operaciones contra supuestas células islamistas tiene su reflujo. Apenas dos días después de que quedaran libres los dos detenidos en Navidad por planear atentados en Madrid, la Audiencia Nacional ha absuelto a seis supuestos yihadistas para los que la Fiscalía pedía hasta 12 años y medio de prisión.
http://www.forodelguardiacivil.com/t...ight=Audiencia
Enlace a la sentencia
http://www.poderjudicial.es/portal/s...xtlocale=es_ES
En temas de terrorismo islámico, se ve que es bajo el porcentaje de condenados en relación al número de detenidos. Me imagino que, para los servicios de Información de las FFCCS, en la lucha de ese tipo de terrorismo, será complicado demostrar las vinculaciones terroristas.
Las cloacas de la lucha antiyihadista: 144 condenas de 682 personas implicadas
Desde el 11-M, las operaciones contra el terrorismo islámico son anunciadas a bombo y platillo, pero en muchas ocasiones los acusados son absueltos. “Lo que llaman ‘guerra contra el terrorismo’ se traduce en una guerra contra las garantías procesales de todos los ciudadanos”, denuncia un abogado.
14 octubre 2016 08:00
Osama Taattou fue abandonado el 16 de enero de 2006 a las puertas de la Audiencia Nacional pasadas las 23.00 horas, después de pasar cinco días bajo arresto incomunicado. Osama, vecino de Badalona, monitor de actividades infantiles y ateo, salió en libertad sin cargos tras haber sido arrestado y su casa registrada por la Guardia Civil en el marco de la operación Chacal, ordenada por el entonces titular del Juzgado Número 5 de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón, y que se saldó con 20 detenidos. Cinco años más tarde, las cinco personas condenadas por la Audiencia Nacional fueron absueltas por el Tribunal Supremo por falta de pruebas consistentes.
Desde los atentados del 11-M en Madrid hasta el 13 de septiembre de 2016, los medios de comunicación han publicado informaciones sobre operaciones contra el llamado “terrorismo islámico” que han implicado hasta a 682 personas. La última memoria de la Fiscalía cifra en 96 el número de detenidos sólo en 2015 acusados de “yihadismo”. Sólo 216 personas han sido juzgadas y 144 han sido condenadas en firme, según datos ofrecidos por el Ministerio de Interior. Una de las últimas detenciones fue la de Mohammad Harrak, arrestado en Palma de Mallorca y acusado de yihadismo en un rocambolesco caso en el que se mezclan mensajes en redes sociales en solidaridad con las víctimas de los atentados de París, la supuesta captación de jóvenes para el Daesh, campeonatos de airsoft “para aprender tácticas de guerra” –sostiene el auto de la Audiencia Nacional– y su reivindicación de trabajar como espía para el CNI. Harrak está en prisión preventiva desde su detención en abril de este año, en régimen de aislamiento, en una cárcel de Algeciras, según confirma su abogado Pedro Casado.
“Hay casos que vienen de hechos que realmente han sucedido, y se busca la participación de los acusados en estas acciones, como sucedió con el 11-M. Pero suponen una parte mínima de lo que hay realmente en materia antiyihadista”, explica Benet Salellas, abogado en varios casos relacionados con el terrorismo integrista. “El grueso de operaciones son de anticipación: la Policía detiene a supuestas células que creen que pueden actuar, y ésta es la parte más peligrosa. Si se detiene a gente que no tiene armas ni explosivos, ni tampoco una planificación clara de ejecutar un atentado, ¿en qué se basa la Policía para detener a esas personas? Básicamente en dos cosas: en lo que piensan y dicen, o en sus redes o vínculos”, continúa Salellas.
Tras el 11-M
La lista de detenidos que la Policía relaciona con el terrorismo integrista empezó a engrosar de manera progresiva con las operaciones que siguieron a los atentados del 11-M en Madrid. Ya entonces, de las 29 personas acusadas y juzgadas en julio de 2007 por aquellos atentados, 12 fueron absueltas por la Audiencia Nacional tres meses después, o por el Tribunal Supremo al año siguiente. “En muchos casos se presentaron unas imputaciones gravísimas que no tenían consistencia jurídica alguna”, explica Endika Zulueta, abogado de Rabei Osman El Egipcio, una de las personas acusadas y finalmente absueltas de los atentados del 11 de marzo de 2004.
Las operaciones Saeta y Sello I en 2005 y la operación Sello II de 2007, todas vinculadas con supuestas tramas de ayuda a los autores materiales del 11-M, quedaron con el paso del tiempo diluidas en los tribunales. En el caso de Saeta, los detenidos quedaron en libertad sin fianza cinco días más tarde y ninguno fue condenado. En la operación Sello I, el Tribunal Supremo acabó absolviendo a todos los imputados en febrero de 2011. Estas absoluciones se justificaron al declarar nulas las escuchas telefónicas y al aducir malos tratos en comisaría para conseguir las declaraciones de los detenidos. La segunda parte de la misma operación cosechó un resultado similar. De los cinco arrestados, sólo uno acabó con condena firme. Todos los acusados de las operaciones Jineta y Bureba, en 2007, fueron también absueltos por la Audiencia Nacional o el Tribunal Supremo por falta de pruebas. “Mientras en el derecho penal del ciudadano hay indicios de que una persona ha cometido un hecho y, por eso, se le investiga, aquí primero se investiga y después se buscan los indicios”, explica Zulueta.
El abogado señala los cambios realizados en legislación antiterrorista en los últimos años: “No va destinada a las personas que cometen este tipo de actividades, que son capaces de meterse en una discoteca y matar a cien personas. A estas personas no les afecta que el Código Penal sea más o menos duro y, a nivel de prevención, estas medidas suponen un cero. Lo que llaman ‘guerra contra el terrorismo’ se traduce en una guerra contra las garantías procesales de todos los ciudadanos”.
Algunas de las 12 personas absueltas en la causa por los atentados del 11 de marzo de 2004 pasaron varios días en prisión preventiva. Otras, varios años. Algunos de ellos pidieron al Ministerio del Interior una indemnización por los daños sufridos pero, en todos los casos, la Administración ha rechazado dar ninguna compensación por el tiempo pasado en prisión. Tampoco ha aceptado indemnizar a Vidal y Ángel –nombres ficticios asignados por el poder judicial– por los 426 días que pasaron en prisión preventiva por un supuesto delito de integración en organización terrorista en el marco de un caso que fue archivado en marzo de 2010. Ni a otros cinco detenidos, que fueron absueltos después de pasar más de dos años en preventiva.
El papel de los medios
“Tres de los pakistaníes arrestados por la Policía, vinculados al grupo de los atentados de Bombay”. Fue el titular de La Razón para informar sobre la operación Fisch, en cuyo marco se detuvo a los presuntos responsables de una red de falsificación documental en Barcelona y Valencia en febrero de 2009. Un día después, el juez Fernando Grande-Marlaska redactó un auto en el que declaraba que no había indicios de que alguno de los detenidos tuviera relación con el terrorismo islámico. “Dejar la secta del odio cuesta la muerte” y “Regreso al club del odio” son algunos de los titulares publicados por El País en junio de 2012 en relación con una de las operaciones contra el yihadismo en Melilla. En esta ocasión, a un caso de homicidio se le puso la etiqueta de “yihadista” sin pruebas. Después de que la justicia marroquí archivara la causa contra los dos jóvenes acusados al no encontrar pruebas contra ellos, la justicia española reabrió la causa, esta vez acusándoles de terroristas. El 28 de junio de 2012 fueron detenidos y al día siguiente llevados a Madrid, donde estuvieron bajo custodia de la Audiencia Nacional durante nueve días. Tras esto, fueron puestos en libertad sin cargos.
Los medios de comunicación tenían “ganas de dar bombo y platillo”, resalta Berta Tomás, abogada de los dos jóvenes. “Los de La Sexta vinieron, hicieron una entrevista y la manipularon completamente, distorsionaron las voces de niño que tenían, aunque pedimos que dejaran sus voces reales en el vídeo, y lo oscurecieron todo. El País entrevistó a la chica [pareja del joven asesinado] y manipuló lo que quiso. Cuando ella después desmintió su declaración inicial, no lo publicaron. Escriben lo que les da la gana, manipulan e infunden miedo y racismo en lugares como aquí, en Melilla, donde vivimos musulmanes y cristianos”, concluye la abogada.
La cara amarga más cotidiana de este revuelo mediático se ve en el aumento de la islamofobia, el rechazo a lo relacionado con el Islam. “En los últimos años, con los atentados de Niza y antes de la sala Bataclan y Charlie Hebdo, se está haciendo un discurso del miedo que afecta a la opinión pública”, apunta Alba Cuevas, de SOS Racismo Catalunya. “Se trata de un discurso que señala a un culpable poco definido, que muchas veces se identifica con una religión o una zona geográfica en el que juega un papel muy importante el desconocimiento sobre, por ejemplo, qué es el Islam”, concluye Cuevas.
Actualización de un reportaje publicado en Diagonal, el 30/ 12/2015
http://www.lamarea.com/2016/10/14/la...as-implicadas/