No sé, no sé. Yo de los “fenicios” europeos no me fio ni un pelo. Esos van a lo suyo, y menos aun me fio de los nietos de los de la tierra de Flandes. Esos todavía amenazan a los niños que dan la tabarra con el cuento ese de que viene el Duque de Alba.
Hablando del tema, he sentido escalofríos y he sentido vergüenza cuando he escuchado hablar los últimos días a los separatistas catalanes. Nunca llegué a imaginarme que se podría atacar a España de una manera tan descarada, hipócrita, y con una cara más dura que el cemento Asland.
Esto ya empieza a oler a podrido y a plantearse cosas muy serias.
¿La culpa? Pues no soy capaz de acusar a nadie. Creo que entre todos la matamos y ella sola se puede morir.