Es que no es un problema de una lengua local, sino que es un problema creado por ciertos políticos catalanes desde ciertos sectores de la burguesía catalana, que usa la lengua como arma arrojadiza. El problema, muy antiguo por cierto, se basa en la creencia de ciertos sectores de ciudadanos españoles afincados en la región catalana, de que ellos son más altos, más inteligentes, más sabios, más rubios y mejores que el resto de ciudadanos españoles, unos charnegos y mesetarios. Esos sectores en sus manifestaciones continuas se creen la polla de bedoya, y con esa actitud, el resto de ciudadanos españoles, a estas alturas están hasta la polla. Un resumen que se puede decir más alto pero no más claro ni más franco.Las actitudes históricas de esos sectores catalanistas ha sido siempre perjudicar el desarrollo del resto de España en su beneficio, y siempre con el mismo chantaje, chantaje que ya llevo hace más de un siglo a un catalán de Reus a bombardear Reus, catalán que se llamó don Juan Prim.Hablar de separación es ilegal, por cierto, tan ilegal que en la propia USA hubo una guerra civil para evitarlo, y en España ha habido también alguna, pero si Cataluña se separa, a estas alturas con el beneplácito del resto, los políticos catalanes, muy hábiles en microeconomía, con sus arcas suizas llenas, pero muy malos en macroeconomía, con las arcas de la región arruinadas, seguirán dando la matraca de que la culpa es de los charnegos que viven en Cataluña, que por cierto son más del 50% de la población.No tienen ustedes un futuro claro, limpio, diáfano y feliz fuera de España, lo que cualquiera con dos dedos de frente sabe a estas alturas.
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