Si el perro le hubiera saltado al cuello del compañero seguro que estaríamos criticando al que uso al otro por no hacer nada y quedarse mirando.
Mi modesta opinión, el perro no tenía pinta de ir a lamer al compañero.
Tanto el del toro como el del perro actuaciones correctas. En estos casos vale más pasarse de largo que quedarse corto.
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