Pues estoy contigo colega Coboluda. Siempre tratamos de poner remedio a la humedad de las paredes sin acordarnos de arreglar el origen de la humedad.
Desde hace unos años se ha puesto de moda eso de tener un bicho en casa. Antes era un chucho o un gato; pero ahora hay tontainas que tienen arañas, culebras, y supongo que algunos piojos y pulgas. Es decir, la estupidez elevada al cuadrado. Y por si fuera poco no tienen ni **** idea de lo que es un bicho de cualquier clase. Lo tratan como si fuesen seres humanos, sin darse cuenta que son eso….animales….y de distintas especies.
Puedo entender que una persona mayor tenga en casa como compañía cualquier animalico. Es normal y hasta les viene estupendamente. También comprendo que determinados animales pueden ayudar a superar problemas ( o como mínimo mitigarlos) a determinados niños. Lo qué no puedo entender es como se puede tener a animales en pisos o en jaulas ( los pisos son como jaulas con tarima flotante y la cocina alicatada hasta el techo)
Me parto de risa cuando veo a alguien acariciando a una pitón reticular, o cuando una señora que no pesa más de 50 kg y con artrosis saca a pasear a un pastor alemán. No digamos ya cuando esa misma señora “abronca” al chucho diciéndole: “¡Qué malo eres Fus! Hoy te quedas sin las galletas que te gustan” Y el chucho la mira pensando en su mente perruna: “esta tía está gilipollas; como me toque más los cataplines le enseño el canino derecho y se va por las patas abajo”
Abuelo. ¡Cuanta razón tenías cuando le echabas un mendrugo de pan al “Serapio” y decías aquello de que tú lo vestías y lo calzabas….el resto iba por su cuenta; y el “Serapio” iba detrás del carro sin salirse del renglón ni un milímetro.
Por lo demás estoy de acuerdo en que le den una colleja al desalmado que maltrata a los animales; y también a aquellos que dejan en la calle los excrementos de sus mascotas. Querrán mucho a su perrillo; pero ellos son unos guarros.
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