Supongo que los agentes no han hecho el curso de psicología canina. Tampoco les han dado traje antidesgarros, ni armas de sedación masiva...
Pero ahí están, lo mismo para un roto que para un descosido, ahí están, enviados por la sociedad como garantes de esa sociedad.
Ahí están en este caso porque un dueño aquejado de pijismo que nos hizo despreciar a nuestros perros de toda la vida, cariñosos e inteligentes, por razas de perros que, además de idiotas, son muchas veces un peligro social. Ahí están para llenar el vacío que el dueño de un perro ha dejado.
No es agradable el resultado al que se llega partiendo de una mala situación, sin duda alguna. Pero esos garantes sociales, que lo mismo se los envía para un roto que para un descosido, han tenido que resolver rápidamente en ciencia y en conciencia.
Como mínimo, nuestra solidaridad con ellos.
Marcadores