Ciertamente acercarse al perro no es lo más aconsejable, si uno no va con intenciones de someterlo, acercando la mano desde abajo, mirándole sin temor, no haciendo movimientos bruscos y nunca retiradas, etc. También es conocido que a los perros les ponen nerviosos los uniformes... todo eso está muy bien.

Pero lo cierto es que la patrulla acude por un perro potencialmente peligroso suelto, cuyo "amo" brilla por su ausencia el muy consecuente. El perro ha saltado y la calle es suya. En cualquier momento puede ponerse a correr a velocidad mayor que una persona, y probablemente rociado de pimienta esté en condiciones más agresivas. Puede cruzarse con cualquiera, incluso niños.
En esas condiciones y actuando por obligación, porque le han ordenado que actúe, el guardia civil, que no es una madre ursulina porque no se espera que lo sea a Dios gracias, ha optado por eliminar el peligro potencial. Un niño mordido por esos perros tiene mucho peor arreglo.

¿Lo ideal? No.
Pero ¿es comprensible y defendible? Totalmente.
¿La culpa? Del dueño de un perro potencialmente peligroso que brilla por su ausencia, y que por cierto se merece un paquete, porque es el verdadero responsable de la muerte del perro y el peligro generado.