En efecto es una opción, pero se da la circunstancia que si se mira bien y se deja la hipocresía a un lado, todas las sociedades siguen manteniendo la pena de muerte, o acciones con resultado de hecho deliberado de muerte, diríamos más propiamente, ya que siguen manteniendo ejércitos (y miran para otra parte en las muertes de inocentes, como daño colateral) y en la esfera civil practican abortos y hay ligas o asociaciones en pro de la eutanasia.
No nos podemos escandalizar mucho por tanto si se le aplica la pena a un repulsivo asesino que mata un menor, u otros ciertos delitos.
Pero nada de nada, podemos escandalizarnos.
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