Lo importante, ocasiones de discurso que sean o lo que sea, es que es sobradamente claro que así no podemos seguir. Las taifas deben cerrarse.

Más de seis millones de parados lo atestiguan, y el desastre moral en el que estamos inmersos.


Las taifas sobran, o nos hundimos en la fosa de las Marianas, camino de lo cual vamos.