Una reflexión general.
Un funcionario público de cualquier institución del Estado, no puede "archivar"los casos en un cajón y sacarlos o no, según le convenga personalmente o toque hacer venganza de agravios personales.
El espíritu y sentido de la Justicia no cabe en las actuaciones a tenor de una conveniencia personal, sea cual fuere la que mueve esta.
Esas acciones caracterizan a determinadas personas y no a otras. Cabe pensar si la situación de catástrofe moral en la que nos encontramos, determinados funcionarios son la solución o sólo una causa más del problema.
Y una cosa es trabajar para otros y otra muy diferente hacer mal y daño al propio país.
Garzón asesora a Picardo en su "guerra" contra España, según 'La Razón' - Ecoteuve.es
Eso, antiguamente, se designaba con una palabra muy fea.
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