Evidentemente no es correcto que cualquier hijo de vecino saque provecho de los impuestos que todos pagamos ( bueno, casi todos) a base de cobrar el desempleo, y luego ande en chanchullos diversos de dónde saca otro sueldo o sueldillo sin pasar por caja. Mal, está mal y nadie puede negarlo.
Lo de las cifras lo considero más de lo mismo y ya no debe de escandalizar ni extrañar a nadie. Ha sido siempre igual, lo es, y sin duda lo será en un futuro. Ahora bien, hay (para un servidor) un matiz muy importante a tener en cuenta. ¿Es lo mismo que un parado “pille” de donde pueda y lo haga en negro, a que la misma acción la realice un potentado o un politicastro al uso?.
Yo suelo poner casi siempre el mismo ejemplo que considero muy explicativo: supongamos que tenemos una paella exquisita ( supongo que tendría que ser valenciana) en el centro de una habitación. En esa habitación hay un pobre de solemnidad y que pasa más hambre que Dios talento, y un orondo y fondón tragaldabas. A ambos se les deja solos y se les advierte de que bajo ningún concepto pueden meter la cuchara en la paella. El que está a dos velas se queda solo y mete mano a la paella. Le pillan y le expulsan. Luego llega el señor Pantagruel y, a pesar de estar saciado, hace lo mismo. El hecho es idéntico y se ha transgredido la misma regla; pero en conciencia y en justicia ¿son los dos culpables de igual modo?
Ustedes vosotros diréis.