Claro, las fiestas las determinan las taifas.
Pero es significativo que la fiesta de "todos" se persiga.
Y lo que es absolutamente incomprensible es que los mayores defensores de los separatistas sean sus víctimas. Eso es lo más difícil de entender.
Ya está bien. Lo de la taifa del noreste, ni tiene disculpa, ni tiene defensa posible. Están granjeando su ruina y la ruina del conjunto. Se quiera defender lo que se quiera, que es defender lo indefendible.
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