Que se "puedan" utilizar ambas, en realidad significa que un abogado andaluz tenga que pedir un traductor para un juicio en la región catalana, ya que la otra parte se empeña en hablar solo en catalán.
Y eso presidido por una sala en la que falta la bandera española y solo hay el trapillo regional, dando como excusa que se ha roto el palo.
Cosas subrealistas que en realidad han pasado y están pasando.
Y mientras los de fuera exhibiendo un síndrome de Estocolmo defendiendo las bondades del independentismo catalán, lo que es más esperpéntico y subrealista.
Y eso suma ya seis millones de parados y aumentando.
¿Pero cómo van a aprender catalán los trabajadores si lo que tienen que aprender es Alemán para marcharse para poder comer?
El despropósito.
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