A mi me parece que la raíz de estos males vienen de la intolerancia, sí, pero de la intolerancia que están desplegando los políticos catalanes con el resto de España.
Aquí no hay problemas con Asturias, ni Extremadura, ni Andalucía, ni Madrid, Galicia, etc. etc. Aquí los únicos problemas de intolerancia y ataque al resto, en honor a la verdad, lo está creando la política catalana, parece ser que con el apoyo suicida de un sector de la población.
Los que hablan de superioridad, son ellos. ¿Apostamos algo a que podemos poner el juicio de Pujol sobre los andaluces en los que se muestra un desprecio superior?
Y las comunidades autónomas y las lenguas cooficiales, un auténtico desastre, que eso si que es casposo.
Por supuesto que en la ruptura pierde el conjunto. Por eso el afán separatista es un afán traidor y traicionero al conjunto. Pero los que dicen que quieren separarse, son ellos, la mayoría de los políticos catalanes, y mientras lo dicen, crean crispación, crean paro y esquilman al conjunto.
Al final, para estar así, es mejor aceptarles el pulso y una de dos: se les interviene de una vez y que se callen, o nos separamos.
Y no queda otra, y todos los demás, por si sirve el aviso, estamos ya más que hartos de este tema.
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