Una cosa son las opiniones, como opinar si la habitación de los niños debe pintarse de blanco o azul, y otra muy diferente los hechos constatados.
Se constata que las Comunidades Autónomas han supuesto el despilfarro economico necesario para multiplicar por 17 algunas administraciones, más la 18 que es la teóricamente central. Pero además, repitiendo la Historia, las Comunidades han supuesto la independencia política de facto, aunque no de derecho, de algunas de ellas, que tienen políticas contrarias y hasta embajadas, además de hacer lo contrario de lo que teóricamente manda el Califa central.
Por otra parte las taifas actuales suponen el continuo agravio comparativo de sus habitantes, pues funcionarios de ellas pueden cobrar, a igual trabajo, distintas cantidades, siendo algunos de ellos agraciados en la lotería por hablar el dialecto local, y en otras no.
El enorme gasto en políticos y sus mamandurrias, más su rescate de la banca donde ellos han metido la mano, a través de obras faraónicas o directos robos a través de las taifas, ha hecho quebrar el sistema, por lo que aparte de los impuestos centrales cada taifa mete sus impuestos particulares al más puro estilo feudal hacia el señor local.
El gobierno central tiene un gasto en ministerios que ya no sirven para nada, como el de Sanidad, pues al estar las competencias transferidas, en cada taifa manda el señor local a través de su consejero. A título de ejemplo, en las últimas huelgas sanitarias en Madrid, la ministra central de turno no ha dicho nada de nada, saliendo a dar explicaciones solo cuando se opera el rey. Aunque tal vez no ha dicho nada porque no se ha enterado, ya que pudiera ser un despiste capaz de no ver un Jaguar en un garaje.
Y eso no son opiniones. Esos dislates son hechos.
Con esos hechos en la mano unos pueden extraer la opinión, de que les gusta las taifas, y que les sodomicen varias veces por día, pero otros ciudadanos opinan que es un auténtico dislate al servicio de la tirana clase política y en perjuicio de los ciudadanos.
Aunque rebuscando en la basura, se pueden encontrar cosas buenas en todo, incluyendo el cianuro, la peste bubónica y hasta el bacilo de Koch. Lo bueno de las taifas es que antes solo mamoneaban dos regiones, estando todas las demás a su servicio, y por la necedad de los nezionistas, que han matado su gallina de los huevos de oro, ahora mamonean muchas, arruinando el conjunto y demostrando que las desigualdades asimétricas son una gran injusticia y la ruina de todos.
Y eso son hechos que nos suceden, no opiniones, y si no que pregunten a los millones de parados, fruto de una economía detestable, fruto de meter la mano en el cajón por parte de demasiados taiferos.
Marcadores