Los servicios públicos siempre deberían estar en manos públicas cualificadas, porque cuando se empiezan a externalizar o a privatizar acabamos pagando el pato todos con las subidas desmesuradas de precios.
Qué tiempos los de CAMPSA cuando el precio de la gasolina estaba controlado para dar un servicio a la ciudadanía y para que el Estado ganara dineros; muy lejos de los tiempos que corren hoy, donde el servicio que nos prestan es esquilmarnos los bolsillos sí o sí, suba o baje el barril de petróleo.
Lo mismo que con el déficit tarifario de las eléctricas, cuando un año tras otro presentan beneficios de miles de millones de euros.
Pues esto es lo que nos viene, si es que en algunos casos no nos ha llegado ya, como empecemos a privatizar los servicios públicos.
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