¿Dramatizar?
Por desgracia aquí no hace falta dramatizar.
La vida de un herido en peligro está en la base de la noticia, y eso ya es de lo más dramático. La atención se retrasa por voluntariedad de alguien, y esa voluntariedad en el retraso de una actuación vital urgente, es de lo más dramático.
La noticia no es resaltada en el titular como retraso, sino que el medio hace prevalecer una posición de rebeldía clara y franca hacia el estado legal constituido en la base de la sociedad, lo cual, no deja de ser dramático.
Si la noticia es tendenciosa y absolutamente falsa, los que por oficio de su pluma están obligados a hablar y escribir con responsabilidad, evitando que el dicho: puede más la pluma que la espada, se transforme en tormenta de espadas, incurren en un acto de irresponsabilidad de lo más dramático, además de zaherir el buen nombre de dos instituciones concurrentes, la sanitaria y la de la guardia civil, y eso, sin exagerar un ápice, es de lo más dramático.
A un juez no se le pide solo que se sepa un código penal. Se le piden unas cualidades morales en su aplicación. A un médico no se le pide solo un conjunto de actuaciones. Se le pide un correcto aplacamiento de las mismas, según unos principios universales de ética. Si el médico retrasa su actuación, por cabezonería política, ese médico está haciendo exactamente lo mismo por lo cual se juzgaron a muchos médicos en Nuremberg. ¿Qué pasaría si el próximo trasladado es un guardia civil, o qué pasaría en una prisión? Eso exige una aclaración por el buen nombre del profesional y la institución a la cual salpica, lo que no deja de ser absolutamente dramático.
Y si los vigilantes de acceso, a conciencia del retraso permitieron este por un empecinamiento en sus funciones, la cosa no deja de ser dramática.
Y si a todos nosotros, noticias de ese tipo nos parecen simples superficialidades desprovistas de valor, entonces es que el estado de podredumbre en el que nos encontramos es lo más dramático de todo.
Marcadores