Pero cada vez que sale a la palestra los mil y un ejemplos del abuso y manifestación de que el sistema no funciona, salen los políticos a defender sus pesebres y cochiqueras con el amuleto mágico de la Santa Democracia.
Pero esto no es Democracia. Esto es el patio de Monipodio, que por cierto era muy demócrata, a su manera.
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