El problema es que se planteó un pleito penal cuando habría que haber tirado por lo civil. En la sentencia se ha declarado que no se puede conocer cuál es el responsable porque son muchos los condicionantes que se dieron para que el buque finalmente se fuera donde el Titanic, y no habiendo responsabilidad penal, no la hay civil, ya que esta deriva de aquélla.
Una demanda civil contra la armadora del buque y subsidiariamente contra la aseguradora hubiera tenido con casi total seguridad éxito porque entonces se hubiera exigido responsabilidad objetiva, es decir, hay daño, pues se paga y a callar, que no hace falta saber quien tiene la culpa para que suelte la mosca la aseguradora, que para eso está.
Es lo que tiene el apasionamiento político y el querer personalizar en una o varias personas la culpa del daño ocasionado al medio ambiente. Al final por esa ambición ha pasado como con Canal 9, todos pierden.
Marcadores