Yo cada vez que hay algún suceso de este tipo, normalmente amparándose en los derechos humanos, a mi sólo se me viene a la cabeza una cosa, que vale más los derechos humanos de los asesinos, violadores y similares, o de los inocentes que han sufrido su falta de humanidad. A ver si los señores políticos y togados, sentados en sus tronos y con buenos sueldos y buenas casas, abren los ojos y escuchan al pueblo, ese que lo elige y le da de comer. Ya es hora de poner a cada uno en su sitio, y por mi parte el sitio de muchos es bajo tierra.