No debemos equivocarnos de enemigo, ni los funcionarios de los CCFFSS ni los trabajadores de las empresas de seguridad. Esta ley no es un respaldo jurídico a nada, simplemente una justificación para que empresas privadas puedan meter mano en la tarta del dinéro público. Simplemente.
Un vigilante de seguridad no es un polícia, y eso es indiscutible. El problema no es que acciones sencillas puedan ser realizadas por personal no policial perteneciente a empresas privadas, lo grave es que esas acciones son parte de la seguridad pública y, tal y como ha dicho el compañero Jlopez, el Estado no puede ni debe renunciar a sus competenecias.
Los últimos movimientos legislativos y politicos se estan convirtiendo en un puzzle, estamos viendo pequeñas piezas moverse, muchas de ellas desagradables y envenenadas, pero aún no alcanzamos a ver el paisaje que se esconde al final. Y, personalmente, cada vez me gusta menos lo que se va dibujando. En ocasiones pienso que más que una crisis económico lo que hemos sufrido es un golpe de estado del capital, y ahora estamos todos a merced de de lo que dicte el beneficio y la posibilidad de enriquecimiento de unos pocos.
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