Me entran ganas de cantar "y todo a media luz, crepúsculo interior....", once horas de curro y otras once de descanso y las dos horas que quedan para comer; volvemos a tiempos de analfebetismo total donde los sabios nos han hecho progresar hasta nuestros tiempos y sin saber ni leer. Pero no han terminado con el fin último que es trabajar para comer.
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