El argumento de inmoralidad del robo no se discute.
Lo que se saca a relucir es la moralidad del propio sistema judicial. La aplicación de las leyes se basa en una moralidad del sistema que da autoridad moral a ese sistema. Si no se cumple lo anterior, el propio sistema falla y adolece de problemas gravísimos.
Y esa es la situación en la que nos encontramos, lo cual es un serio problema que repercute en la escala de valores de una sociedad, deteriorando esta progresivamente.
Hay países en el mundo donde la propia policía para a la gente para robarla. Países donde todo el mundo en todas las instituciones roba. Intentar explicar a un robaperas que robar peras es un hecho inmoral, es perder el tiempo en esos sistemas corruptos hasta el tuétano.
Nuestra sociedad ha alcanzado una alta cota de corrupción y si no se corrige lo anterior, vamos irremediablemente en el camino de esos países.
La crisis no es un problema económico, sino moral muy general que ha dado lugar a lo económico. No solo pudiera ser que no mejorásemos, sino que podemos descender cada vez más en la escala del deterioro social, y en ese camino vamos, asistidos e impulsados por las actuaciones de las más altas figuras de muchas instituciones dependientes del Gobierno.
Todo eso es lo que nos estamos jugando.
Marcadores