Si de pudrirse en la cárcel estuviese el quid de la cuestión…vamos apañaos. De haberse cumplido esa premisa cada vez que la hemos escuchado en boca de nuestros democratasdetodalavida esto sería distinto; pero no se ha cumplido ni una sola vez. Al contrario, los únicos que se pudren en la eternidad son las víctimas.
Ya va siendo hora que nos vallamos mentalizando de que debe de haber condenas reales que sean capaces de castigar este tipo de delitos. ¿La cadena perpetua?....pues no estaría mal.