El problema de todo esto, es que salvajadas de este tipo ya no nos asombran. Es el pan nuestro de cada día en esta empresa.
A mí el excelentísimo y supremo comandante médico de mi comandancia me trató como P**A BASURA cuando me llamó a su despacho. Salí de allí llorando y hundido. Todo esto estando de baja por enfermedad mental. Y por supuesto,metiendo presión para que me dé de alta ya mismo.
Como apunte, todos sabemos que en dependencias oficiales no se puede fumar. Estamos hartos de ver a la gente fumando en la calle, como en cualquier sitio o centro de trabajo normal. Pues bien, parece que su ilustrísima no se ha enterado, o no se quiere enterar de esto. No va con él, eso es para la CHUSMA, que es lo que somos para ellos. CHUSMA.
Ese día perdí la poca fe que me quedaba en este tinglado.
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