Aquí hay dos cuestiones:

Una, el particular caso que se expone en el hilo, y que como todos los casos particulares está sujeto a la versión de ambas partes y a ciertos aspectos puramente particulares y anecdóticos.

La segunda, mucho más importante, la determinación por parte de la Institución en la figura de sus actuales responsables, de detectar sin ningún género de dudas si existe una sobrecarga de presión psicológica particular, y en consecuencia actuar al respecto sin ningún género de excusa y por obligado deber, decencia, decoro, derecho y sentido del cargo.

Como colateral, recordar a todo oficial médico que se precie que primero es médico, luego médico y tras ello médico, y lleva por lo tanto en sus espaldas esa sagrada obligación para con sus pacientes.

Feliz 2014